Santa Tecla y Alianza se verán las caras de nuevo en la final

Por quinta vez seguida albos y tecleños coinciden. Quién gane pondrá desnivel

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09 December 2018

Bajo un ambiente espectacular en Las Delicias, solo superado por el partido contra Alianza, Santa Tecla no dio lugar a las especulaciones y terminó sellando el boleto a la final del torneo Apertura, por un triunfo (2-0) sobre Águila, a quien terminó superando en el global (5-2).

Los periquitos disputarán su sexta final de Primera División, la quinta de manera consecutiva que jugará contra Alianza. Va en busca de su cuarto título en la Liga Mayor.

Águila era el más obligado, pero fue el más calculador. Necesitaba hacer dos goles, pero también iba a ser importante que no le anotaran. Y ante las bajas que resentían, el riesgo que se tomó fue poco y por ello cedió mucho la pelota al Tecla, que fue quien dominó más tiempo el balón, durante los primeros instantes del compromiso.

Carlos Romero mantuvo la idea del 4-4-1-1, resintiendo cinco variantes de Eduardo Vigil, Santos Ortiz y Mártir Contreras, los dos últimos, constantes en el equipo titular. Otra de las variantes era la salida de Jimmy Valoyes, quien estuvo en el banco, probablemente, por la falla que significó el segundo gol en contra, en la ida.

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Pero para los emplumados el mayor reto estaba en acomodarse en la cancha, para luego combatir el sistema que presentaban los tecleños, con el 4-1-4-1, con Gerson Mayén rotando en el centro, entre los volantes, que dibujaban un rombo y que en defensa tenían línea de cinco defensores.

Tecla tenía el balón y profundidad de juego, pero no claridad en las llegadas, las que generaban con el toque corto. Buscaron poco el pelotazo, para que alguien apareciera en diagonal, como tienen acostumbrados.

Los migueleños tenían poca salida, a pesar de los intentos de Edwin Sánchez por buscar a Joaquín Vergés, quien intentó penetrar la defensa con un pase en profundidad. Pero ninguno fue completado.

El partido estuvo bastante trabado en el centro. German Martínez, árbitro central, se mostró un tanto rigorista con ciertas decisiones, con lo que hizo pausado el trámite del partido. Pero estas situaciones fueron beneficiosas para los emplumados, quienes ganaron dos oportunidades frente a la meta de los tecleños.

El uruguayo Vergés se encargó de ejecutar los tiros libres, con mucha colocación que potencia, pero los dos disparos (29’ y 32’) se fueron desviados, solo con la mirada fija del portero Joel Almeida, quien llamó la atención a sus defensores para que fueran más cuidadosos en ese sector.

Mientras que su técnico, Cristian Díaz, se quejó mucho con el cuarto árbitro, Jaime Carpio, del trabajo del central. También se mantuvo constante conversando con sus jugadores.

El partido se comenzaba a emparejar y mejorar con la dinámica de juego, cuando en la acción menos pensada, Juan Barahona abrió el marcador a favor de los tecleños.

El lateral por izquierda, se combinó con Kevin Santamaría, quien lo habilitó para que ganara terreno y hacer un centro, con el que el balón tomó un giro extraño, que se fue a parar al fondo de la meta de Villalobos, quien fue sorprendido adelantado (35’).

Varios jugadores de los migueleños discutieron, el técnico solo observaba. Su afición silenció y veían más elevada la cuesta para estar en la final.

 

La tapa al pomo

El técnico Romero decidió arriesgar en el segundo tiempo, para que Águila mantuviera la lucha por descontar y seguir con vida en busca de lograr remontar para estar en la final. Entraron David Díaz, para jugar con dos delanteros, y Jimmy Valoyes, se paró en el centro de la media cancha, para recuperar balones.

Sin embargo, los tecleños no permitieron que Águila reaccionara y volvieron a tener control del partido, con el dominio de la pelota, sin perder la idea y el orden. El equipo siguió llegando y se acercaron un par de ocasiones, para anotar el segundo gol.

Un disparo de Kevin Santamaría, dentro del área, pasó cerca de la meta de Benji Villalobos (58’). Algunos de los tecleños gritaron gol, celebraron. Pero nadie se lamentó, pues la oportunidad de festejar el segundo tanto, no tardó mucho, pues tres minutos después lo consiguieron.

 

Tras un tiro de esquina, donde la pelota quedó suelta dentro del área, Rodrigo Rivera definió de pierna derecha y con mucha potencia (61’), el gol que terminó liquidando toda intención de los emplumados, a quienes la afición comenzó a dejar el estadio.

Águila ya no creció para por lo menos descontar. El equipo trató de mostrar un poco de orgullo, mientras su barra oficial, La inmortal 12, cantaba que no dejaría solo al equipo, ni en los malos momentos. Al mismo tiempo que usaron humo de color (pólvora).

Los de Santa Tecla, respondieron en las gradas, con algunas luces de color. Pero ya era la antesala a la celebración por estar en una nueva final y con el que sueñan volver a levantar un título.