Diez derechos frente a los candidatos

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08 December 2018

El primero y más importante derecho de los ciudadanos frente a los candidatos presidenciales es que nos expliquen de forma comprensible los “Qué”, “Quién”, “Cómo”, “Cuándo”, “Dónde” y “Por qué” de los proyectos que realizarán, con las cifras que los hacen inteligibles, imaginables y creíbles.

El segundo es que los candidatos cumplan con todos los requisitos legales, morales y éticos, que avalen y sean los pilares de la toma de decisiones en asuntos nacionales e internacionales en los que comprometerán al país y a los salvadoreños.

El tercero es su formación técnica y humana. Una persona con una formación adecuada que además entienda y sepa trabajar con mucha información es más capaz de tomar buenas decisiones.

El cuarto es que tenga una mentalidad preventiva y que siempre se ponga por delante de las crisis que se puedan presentar y no permita que se conviertan en condiciones negativas para las personas, sus familias, los ciudadanos, o pongan sus ingresos y su futuro en riesgos innecesarios.

El quinto es su austeridad y manejo correcto de los presupuestos y las partidas especiales… Todos los países necesitan partidas de dinero especiales, para realizar las operaciones en defensa de la seguridad nacional, pero que desde el principio elimine los procedimientos sofisticados para apropiarse o que se apropien ilegalmente del dinero de los salvadoreños.

El sexto es que sepa hablar y expresarse claramente en sus discursos en las cadenas nacionales o en sus discursos en organizaciones internacionales en otros países para que sean consideradas las condiciones y apoyos internacionales que solicita.

El séptimo derecho o exigencia es que no nos mienta y que se esfuerce en el cumplimiento de sus promesas y sus proyectos definidos en términos de su utilidad social.

El octavo es su capacidad para seleccionar a las personas que colaborarán con el en el desarrollo de las estrategias y el dimensionamiento de los objetivos que se comprometen a cumplir en plazos determinados en beneficio de la sociedad.

El noveno derecho que tenemos es que una vez sea elegido por la mayoría, sea el presidente para todos los salvadoreños sin distinción de los que le ayudaron en su campaña política.

El décimo es que no convierta el gobierno en un medio para favorecer a empresas, partidos o personas. Debe ser capaz de seleccionar ministros y viceministros capaces de crear ilusiones en sus empleados para que presten servicios excelentes.

Imagino que en ningún ministerio, ni en Casa Presidencial encontrará superávit, sino un gobierno con un tremendo endeudamiento y además muchos empleos consecuencia de la fábrica de empleos. Mi recomendación es no despedirlos sino reorientarlos a trabajos productivos. Por ejemplo, con los gestores de tráfico crear y reforzar una policía de tránsito eficaz y eficiente que ordene el tráfico y no permita ningún abuso por parte de nadie, ponga multas y con esas se autofinancie.

Despedir a los contratados por los dos gobiernos anteriores no será una buena medida, pues si el desempleo es uno de los grandes problemas, despidiéndolos se agravará más.

En todos los ministerios son necesarias personas con los perfiles adecuados, para que el país empiece a despegar como emergente.

Queremos un presidente realista que no solo se apoye en eslogan sin contenido, pero que suenan bien.

Por último, los electores debemos comprender que el día de las próximas elecciones presidenciales se trata del país y de nosotros y no del día para desahogar la cólera en las urnas, por los malos manejos políticos presentes y del pasado. Votemos por el país con nuestra conciencia, no nos dejemos llevar por eslóganes vacíos de contenido.

Ingeniero

pedroroque@metodpr.com