En todas las elecciones presidenciales la eterna promesa, siempre incumplida, ha sido invertir en educación, que es la base del desarrollo. Pero si nos atenemos a los resultados es evidente que no se ha invertido en educación. El golpe de gracia lo dio recientemente Roberto Lorenzana, Secretario Técnico de la Presidencia, al afirmar: “Es imposible dedicar el 6 % del PIB a educación. Y quien lo prometa, miente”. Jaque mate a la esperanza de que los salvadoreños puedan salir de la pobreza y acceder a una mejor calidad de vida.
Siendo Evelyn Jacir de Lovo ministra de Educación, en los primeros años de este siglo, analizando el panorama educativo del país, con un promedio de estudios de 5 años por habitante, y un 3 % del PIB destinado a educación, consideró que si se lograba subir a un 5 %, en 25 años el promedio educativo subiría a 9 años, lo que supondría una drástica disminución de la pobreza, y que en 25 años más se podría considerar que todos los salvadoreños podían aspirar a completar estudios de bachillerato y aspirar a mejores sueldos.
Tristemente, en pleno siglo XXI, el porcentaje del PIB destinado a educación no ha alcanzado todavía ni el 4 %, y las declaraciones del funcionario del FMLN demuestran que no existe voluntad política de invertir en educación. Hay prioridades como bonos, viajes, sobresueldos, aumento de plazas, siendo la Asamblea Legislativa, de todos los órganos del Estado la que ha tenido un mayor crecimiento en su presupuesto, según datos del Ministerio de Hacienda.
Sin embargo, ante este panorama desolador, se vislumbra una luz al final del túnel al conocer la propuesta que para educación de Carlos Calleja y Carmen Aída Lazo, que incluye medidas concretas y posibles de realizar. La iniciativa de “Inglés para todos”, que nos convertiría en un país más competitivo en cuanto a propuesta de valor económico, despertó el interés del informático Luis von Ahn, CEO de Duolingo, profesor en la Universidad Carnegie Mellon de Pensilvania y creador de otras aplicaciones tecnológicas, habiendo vendido a Google dos de sus compañías, quien respondió vía Twitter “Tal vez podemos hablar acerca de enseñarle inglés a todos en El Salvador”.
Carmen Aída dio a conocer la propuesta tecnológica a la empresa desarrolladora Applaudo Studios, una fábrica de software que exporta servicios como plataformas o aplicaciones móviles enfocadas a atender al mercado extranjero, pues hasta ahora no se ha apostado por que el país sea un exportador de servicios. El pliego de propuestas para los jóvenes incluye la creación de Distritos Tech, parques industriales para empresas en el sector de tecnología. La plataforma Lempa Shop, que abrirá espacios para comercializar productos salvadoreños para ser vendidos a nivel mundial. En Capacita Tech los jóvenes podrán recibir capacitaciones en sus lugares de trabajo, lo que les permitirá conocer el ambiente laboral de primera mano y mejorar su curva de aprendizaje. Crear Innova-Proesa, programa con sede en Costa Rica y Estados Unidos enfocado a atraer negocios de esos países para una mayor generación de empleo.
Esta propuesta hará realidad el sueño de todos de construir un país mejor mediante la educación, contará seguramente con el apoyo de empresarios y de todos los sectores, deberá ser una política de Estado, cuyos resultados se verán a largo plazo, pero con la certeza de un futuro mejor. El voto razonado de los ciudadanos conscientes de su responsabilidad con la Patria hará que estos proyectos se conviertan en realidad al llevar a la presidencia de la República a los candidatos de la Alianza por un Nuevo País. Adelante, Carlos y Carmen Aída.
Maestra