Experta del Foro Económico Mundial: "Las ideologías no deben frenar la revolución tecnológica"

Anne Marie Engtoft, analista de temas relativos a la cuarta revolución industrial, conversó de los retos de innovación con este medio. Afirmó que apostarle al futuro requiere alto compromiso político y discusiones de todos los sectores.

descripción de la imagen

Por

30 November 2018

La cuarta revolución industrial llegó para quedarse y la tecnología dejó de ser un componente adicional para volverse un eje transversal de los negocios, la política y las relaciones interpersonales. Esta es una de las conclusiones de Anne Marie Engtoft, quien está a cargo de la sección de conocimiento y de estudios de esta cuarta revolución del Foro Económico Mundial (FEM).

En un foro organizado por Fusades y ante empresarios, políticos y diversos sectores, ella expuso los diferentes retos que enfrentan los países para estar al día con los avances tecnológicos. Sin embargo, una duda relevante quedó sin contestarse: ¿cuál es el rol de la política en estos saltos de calidad?

La innovación ha sido tradicionalmente encabezada por el sector privado, que ha dedicado constantes y significativos recursos a tecnificarse, encontrar soluciones más eficientes y reducir costos y tiempos en sus procesos. Por otro lado, el sector público se ha mantenido más lento, ineficiente y limitado en casi todos los rincones del mundo.

Lee también: ¿Se puede vencer la corrupción con la tecnología?

El Diario de Hoy y Global Shapers, organizaciones que encabezan la iniciativa El Salvador 2040, sostuvieron una reunión con Engtoft, en la que ella recalcó que en el mundo hay brechas de ingreso, conocimiento y capacidades de producción, pues hay quienes están haciendo uso de avances tecnológicos, mientras otros se están quedando atrás. “Si no hacemos frente a estos retos, estas brechas solo van a seguir incrementando”, lamentó.

Pero ella es realista. Sabe que estos cambios no solo parten de la concientización de la sociedad civil y el sector empresarial. También requieren un compromiso político del más alto nivel. “Estos cambios no deben tener parámetros ideológicos. Las ideologías no deben entorpecer una revolución tecnológica”, dijo.

Engtoft explicó que estos cambios requieren discutir con personas de diferentes pensamientos, pero que pueden encontrar un incentivo común: el retraso que se enfrentará quien no se sume a esta ola de innovación.

Nota relacionada: Fusades presenta a candidatos hoja de ruta hacia el 2050

Para muestra, cita datos que bien podrían inspirar o resultar desesperanzadores. El mundo está avanzando rápidamente hacia lograr mayor eficiencia y proveer bienes y servicios de mayor calidad a mejores precios. Por otro lado, gran parte de la fuerza laboral, en particular en los países en vías de desarrollo, tiene trabajos en riesgo.

“Existe mucha ansiedad entre la gente, especialmente mayor, que cree que perderá su empleo. Yo no los culpo. Esto también suele poner nerviosos a muchos políticos sobre este tipo de avances”, dice, y con eso explica la reticencia a estudiar de fondo el tema.

Otro problema que identifica es la falta de confianza entre diferentes políticos y la relación tensa entre ellos y los líderes empresariales y ciudadanos. Para sentar la base mínima de confianza, se requiere un diálogo constante y simultáneo de todos estos actores y “que podamos todos movernos en la misma dirección”. Si no, dice, algunos sectores seguirán creciendo y otros seguirán en considerable situación de atraso, lo cual afectará la vida de miles de ciudadanos.

Pasos simples y exponenciales

A juicio de Anne Marie Engtoft, las sociedades avanzan a ritmos diferentes y para explicarlo emplea una dicotomía simple: los pasos simples y los exponenciales. Los primeros se suman uno a uno. “Treinta pasos de un metro te llevarán treinta metros más lejos”, explica.

Expresidente de Estonia: "Mi país le lleva una ventaja de cincuenta años a Sillicon Valley"

Continúa: “Los exponenciales se van doblando. El primero es de un metro, el segundo de dos, el tercero de cuatro… y así sucesivamente. Si das treinta, le habrás dado la vuelta al mundo varias veces”. Con esta analogía, ella deja en claro cómo se está comportando el mundo actual. Los países que apuestan por la innovación, la digitalización de sus servicios, la atención a programación y nuevas industrias desde edades tempranas y nuevas formas de transparentar la gestión pública están dando pasos exponenciales. El resto, lamenta, está dando pasos simples, y su gente estará cada vez más en vulnerabilidad y desventaja en un mundo globalizado.

Pero Engtoft advierte que la solución no es cerrarse y tratar infructuosamente de protegerse de esta ola. “El Salvador es una economía pequeña pero debe integrarse e involucrarse con todo el mundo y dejar de elaborar sus políticas públicas pensando hacia dentro”, dijo la experta del FEM a este medio.

*Fotografía de Jorge Reyes