Los foros presidenciales

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28 November 2018

Los presidenciables han enfrentado cuestionamientos en distintos foros. Se han sometido al escrutinio de especialistas en todo tipo de materias. La Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA), la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) son algunas de las organizaciones que prepararon estas plataformas. Los enfoques de las preguntas y de los especialistas han sido diferentes. Los candidatos han debido administrar el contraste de visiones de país entre una gremial empresarial, un centro de pensamiento y una entidad académica. En enero de 2019 la Asociación de Radiodifusores de El Salvador (Asder) celebrará un debate en el que también participarán los aspirantes a la Presidencia. Este representa un nuevo reto porque tendrán que plantar cara a los cuestionamientos del gremio periodístico.

La democracia gana con esta clase de ejercicios. Permite a los ciudadanos tomar una decisión de manera informada, con conocimiento de causa, reflexionando sobre las consecuencias de su voto. No es fácil para los candidatos enfrentar audiencias que les son incómodas. Tampoco es sencillo sentarse frente a un panel de catedráticos o de especialistas en temas como la seguridad, el crecimiento económico, el desarrollo social, la institucionalidad y el medio ambiente. Sin embargo, los candidatos han entendido que no pueden aspirar al más alto cargo público sin responder a las inquietudes de la gente. Su sola presencia en estos conversatorios debe redituarles electoralmente.

Otra cosa muy distinta es la dispersión de las respuestas. Prácticamente todos los candidatos, en más de una ocasión, no respondieron a las interrogantes de los expertos. Profundizan en los enfoques y en los diagnósticos y hablan muy poco de medidas concretas. Cuando se refieren a una propuesta no dicen cómo la financiarán. El reverso de la moneda es precisamente este. Se reconoce su entereza al someterse a verdaderos “interrogatorios” pero se extraña la falta de acciones puntuales que expliquen cómo lograrán sus propósitos. Y este es un déficit muy grave porque no es posible evaluar un eventual estilo de gobierno sin conocer los programas, las políticas públicas y los resultados que esperan obtener con su aplicación.

Una constante de los candidatos es la ausencia de planteamientos ideológicos. Esta es otra nebulosa que deben corregir los presidenciables. Todos respetarán el Estado de Derecho, combatirán la corrupción, profesionalizarán el sector público, incentivarán el crecimiento económico, cuidarán la propiedad privada y apostarán por lo social. Los cuatro han asumido el compromiso de promover las libertades de manifestación, de asociación y de contratación. Todos creen en la libre empresa y están conscientes de la necesidad de trabajar coordinadamente con el sector privado.

No se trata de obligarlos a que asuman posiciones ideológicas de las que caracterizaron a la guerra fría. Lo realmente importante es saber, como lo expresamos en columnas anteriores, si son afines a más o menos actividad del Estado, si promoverán consultas populares porque no creen en la democracia representativa a pesar de que llegarán al cargo a través de las urnas, si interpretarán antojadizamente las máximas constitucionales que hablan de la propiedad y la economía en “función social” y si tendrán disciplina fiscal o por el contrario apostarán por el asistencialismo, al clientelismo político y a la expansión del gasto público.

Por otra parte, solo algunos de los candidatos cuentan con el respaldo de la mayoría de diputados para conseguir la aprobación de las leyes que les permitan alcanzar sus objetivos. Este último es un aspecto fundamental porque sin gobernabilidad legislativa el próximo presidente fracasará estrepitosamente. La capacidad para hacer alianzas y formar coaliciones será fundamental. Sin votos de los grupos parlamentarios no habrá préstamos internacionales ni legislación para poner en marcha su plan de gobierno. Prácticamente ninguna de las fórmulas ha tratado este asunto en los foros.

La UCA, Fusades, ANEP y Asder, entre otras entidades, están contribuyendo a divulgar las ideas de los candidatos. Los votantes no deben ser ligeros en las consideraciones que tendrán en cuenta para decidirse por una determinada opción. Deben aprovechar las nuevas tecnologías y acceder a los archivos de Facebook Live en línea para comparar las personalidades, las posturas y la fuerte o débil estructura de los discursos y proyectos.

Doctor en derecho y politólogo