Más allá de las encuestas

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27 November 2018

"Ya no sé en cuál encuesta creer", me comentó un amigo, refiriéndose a la batalla de los sondeos ciudadanos que se libra en la campaña presidencial, lo cual para nadie debería ser sorpresa, ya que debido al impacto que causan ante la opinión pública los estrategas de campañas —“in crescendo”— hacen uso de ellas como instrumentos para la consecución de objetivos. Quizá por ello estarán fallando tanto las encuestadoras, porque hay de todos los sabores y olores aunque haya otros parámetros de medición, menos sofisticados como el manejo del territorio, pero que también impactan en sectores específicos de los electores y suelen hacer diferencia en las contiendas electorales.

Acercándose la elección —estamos a nueve semanas de ir a las urnas— otro amigo me compartió una tabulación de resultados —con la salvedad de no hacerse públicos los datos ya que los autores de los estudios no desean verse involucrados en política— de un modelo matemático basado en redes sociales, similar al que utilizó El Diario de Hoy con la firma Predictvia; por lo observado en la campaña, los resultados son lógicos para quien escribe. Las investigaciones han sido hechas mes tras mes desde junio hasta noviembre y sus autores concluyen: “Vemos una tendencia sostenida de acercamiento de las preferencias entre ARENA y GANA”. Noviembre, para el caso, está cerrándose ya en el borde del margen de error.

Pero también reportan los estudios elementos nuevos, ya que bajo la metodología utilizada, que contempla inteligencia artificial, puede llegar a medirse el humor de los votantes. “Hay un voto oculto hacia ARENA y el Frente”, precisan los autores, ya que “los ataques han sido tan fuertes hacia estos institutos políticos que en algunos sectores declarar que van a votar por estos partidos tiene “un costo de imagen personal”. Por eso el entrevistado modifica intencionalmente su respuesta en el momento de la entrevista”. Ese fenómeno, aseguran, es cada vez más común en escenarios de alta polarización. Las tabulaciones ratifican a su vez hallazgos anteriores: si baja Bukele sube Martínez y viceversa.

Tras décadas de participación en la realización de investigaciones de opinión pública y habiendo sido responsable en medios de comunicación de interactuar con diversas firmas para la realización de encuestas para ser difundidas en los medios, me han parecido congruentes los resultados (no solo los hallazgos) de las tabulaciones a las que he tenido acceso. Sustentan la posición sobre un resultado incierto que vengo sosteniendo en las últimas semanas, ya que no hay ganador en la campaña sino que se ha venido cerrando cada vez más. Quizá incluso se llegue a decir después que un error estratégico de la campaña naranja fue haber intentado vender prematuramente como ganador a su candidato.

Entrando a la fase crítica de la campaña, quien esto escribe no descartaría a este momento al tercer candidato en contienda porque como tan claramente observé en las tabulaciones que comento, Martínez y Bukele están como en un sube y baja; baja uno sube el otro y viceversa. Los números a noviembre, empero, está entre dos contendientes —pocos en realidad seguirán creyendo en un “game over”. Pero hay volatilidad en las tabulaciones y si en efecto llega a haber voto escondido de los partidos mayoritarios, más la experiencia de estos en el terreno y en la organización del “Día D”, la lógica indica no descartar a ninguno de los tres aunque sean Bukele y Calleja los que a este momento estén casi taco a taco.

Al igual que Calleja, el candidato Martínez está formulando propuestas concretas, además de andar ambos “pateando” el territorio, no así Bukele, cuya presencia continúa estando en la blogosfera y en publicidad pautada. Las líneas maestras de cada campaña están en ejecución, se trata también de que no cometan errores los candidatos, ya que vamos entrando a la fase de definición. La lógica nos continúa diciendo que esta historia está aún por escribirse.

Abogado y periodista