El ocaso del “mejor mercado de Centroamérica”

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26 November 2018

Como el “mejor mercado de Centroamérica” promovía al Mercado Cuscatlán el entonces alcalde de San Salvador, Nayib Bukele. Cientos de mupis, vallas y numerosas publicaciones en redes sociales anunciaban que se trataba de algo único, nunca visto en el país. El tiempo demostró que así fue, pero por lo negativo: un desperdicio de recursos que encierra numerosas sombras.

Las cosas fueron mal desde el inicio. Lo confirman la auditoría de la Corte de Cuentas y algunos reportajes de este periódico. Bukele firmó un contrato de arrendamiento sin un valúo auténtico. Por un inmueble cuyo costo estimado es de $828,142.86, la municipalidad terminaría pagando, después de 25 años, un total de $28.8 millones de dólares. A eso hay que sumarle los $700 mil que se gastaron para remodelarlo y adecuarlo, más lo que se pagó para publicitarlo.

En agosto de este año, un informe presentado en reunión del Concejo de San Salvador reveló las pérdidas millonarias que dejó en 20 meses. Cada mes se gasta más de $100 mil (96 mil en arrendamiento; 6 mil en mantenimiento, gradas, personal de seguridad, etc.; 106 mil en agua, luz y servicios), mientras solo ingresan entre $5 mil y $7 mil.

¿En qué cabeza cabe hacer algo así? ¿Se hicieron estudios que confirmaran la viabilidad de la obra? En ese caso, ¿no era más fácil conseguir un préstamo para adquirir el edificio? Definitivamente hay cosas que no cuadran, que huelen mal y que nos dicen cómo financieramente hablando sería de terrible un eventual gobierno de Bukele, GANA y compañía.

Detrás de los números, hay testimonios y otros hechos que confirman el fracaso del proyecto. Cuando lo visité por primera vez en julio de 2017, ya se veía que terminaría mal. Por ejemplo, el escaso parqueo, la estrechez de los pasillos, la poca afluencia de personas y el rápido desgaste que el inmueble sufría por falta de mantenimiento. Eso, entre otras cosas, hacía que varios pensaran en abandonar sus puestos de venta.

La semana pasada fui de nuevo al mercado. Cada vez hay menos sitios ocupados, muchos de ellos disfrazados con el “Puesto en mejoramiento”. Todos los vendedores con los que hablé afirman que apenas venden y que nunca lograron levantar. De los restaurantes de la planta baja, solo queda aquel que debe no sé cuántos miles de hamburguesas; en la planta superior, eso sí, los chupadero-restaurantes han crecido… se ve que esos espacios de “dispersión” son siempre bien recibidos por la gente.

Una preocupación que surge es el futuro de la biblioteca, pues es un área muy frecuentada que ofrece un espacio para trabajar, utilizar computadoras y descubrir el apasionante mundo de la lectura. Sería una lástima perderla.

Con todo lo anterior, llama la atención que el actual alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, se haya limitado a hacer de esto una guerra mediática y que no haya aún emitido un acuerdo de lesividad. Por ahora, al menos la Fiscalía ha abierto una investigación con relación a las irregularidades en el alquiler del Mercado Cuscatlán. Veremos qué sucede.

Nota: A partir de hoy, escribiré los martes, cada 15 días. Agradezco a quienes estuvieron pendientes debido a mi ausencia y preguntaron si seguiría con este esfuerzo. Por supuesto que sí: esta es la trinchera desde la que intento colaborar para hacer un mejor país, en un espacio que exalta lo correcto y denuncia lo injusto, sin importar la “ideología”, y que busca animar a la ciudadanía a involucrarse e interesarse por la política, pues solo a través de nuestra exigencia activa lograremos cambiar las cosas. Parafraseando a Charles de Gaulle, la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos.

Comunicador

jgarciaoriani@gmail.com