Un siglo después del final de la Primera Guerra Mundial, Francia y Alemania sellaron la alianza que les une en el presente con un acto de gran carga simbólica en el mismo lugar en que las potencias aliadas y los alemanes acordaron dejar las armas.
Lo que en 1918 fue un encuentro entre vencedores y vencidos ha cambiado de naturaleza hasta el punto de convertirse en una de las alianzas más consolidadas del mundo actual.
Así lo demostraron ayer, entre gestos afectivos, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, que se convirtió en la primera mandataria de ese país que visita el lugar.
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— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) November 10, 2018
Esta ceremonia celebrada en el Memorial del Armisticio al norte de París fue un contrapunto a la tensión que se respiró horas antes en la entrevista que mantuvieron el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y Macron en el Elíseo.
El francés y la alemana, que no dieron ningún discurso, se limitaron a recordar con solemnidad a los caídos en la Gran Guerra y firmaron en el Libro de Oro del “Vagón del Armisticio”. Las firmas de Macron y Merkel serán las últimas palabras que recoja este libro, para confirmar el cierre de esa página de la historia y conmemorar la paz en Europa.