Hace unos días, en la Asamblea Legislativa, ingresé una solicitud de reforma al Código de Trabajo, para que trabajadores que padecen cáncer y se encuentran realizando un tratamiento oncológico puedan gozar de licencia remunerada mientras dure su proceso de recuperación.
La iniciativa surgió luego de conocer, de primera mano, casos de personas que a pesar de padecer tan grave enfermedad y necesitar tiempo para recuperarse luego de la terapia, no se les otorga una incapacidad y se llega incluso a despedir a las personas, a pesar de que su ausencia es justificada.
Una amiga fue operada de cáncer de mama a final del año pasado y luego requirió radiación por espacio de 28 días seguidos. La radiación viene acompañada de mucho sufrimiento físico, del que seguramente todos hemos escuchado hablar, porque en nuestro país casi todos hemos padecido de forma directa o a través de amigos o familiares, esta enfermedad.
Con la iniciativa presentada se pretende aliviar el peso de las víctimas de cáncer, de tal forma que se les considere en aspectos básicos, como no obligarles a realizar trabajos que requieren de esfuerzo físico y que de ser necesario, puedan optar a un reacomodo temporal de su puesto de trabajo, sin afectar el salario que recibe y que una vez finalizado el tratamiento, regrese al puesto original.
Además de ser un tema médico, se trata de algo de que debe mover nuestra solidaridad y humanidad, debemos ser compasivos con quienes sufren enfermedades que, como en este caso específico, requieren tratamientos largos, dolorosos y con efectos secundarios.
Como salvadoreños debemos rescatar esa sensibilidad hacia los demás; recuperar el buen trato humano, aliviar la carga de personas, en quienes la enfermedad tiene un enorme impacto sobre sus vidas.
Proporcionar recursos a una persona que padece cáncer, para que pueda superar sanamente una situación difícil, debe ir acompañado de las acciones que los pacientes necesitan para no agregar más penas a su situación, en este caso, legislar para poner la ley del lado de sus necesidades.
Por supuesto que esta propuesta también requiere una actitud positiva por parte del patrono, especialmente porque lo que se pretende no sobrepasa alguna legislatura existente en casos similares.
Hay que comprender que buena parte de la recuperación de un paciente diagnosticado con cáncer, descansa no solo en su entorno familiar, sino también en lo laboral, en la estabilidad que el paciente logre y le provea la tranquilidad necesaria para salir adelante exitosamente.
Humanizar el trato hacia quienes padecen enfermedades tan extremas como el cáncer es deber no solo de los profesionales de la salud, sino de todos en general.
Diputada