Una pierna y una mano que aparentemente eran de un hombre fueron encontradas flotando en el río Acelhuate, en el caserío El Progreso, del cantón San Jerónimo, en Guazapa, al norte de San Salvador.
Hasta ayer por la mañana, ni la Fiscalía General ni la Policía Nacional Civil brindaron más información al respecto.
El Acelhuate se ha convertido en un botadero de cadáveres. El martes pasado, también fue descubierto el cuerpo mutilado de un hombre en el mismo afluente, en un sector de Ciudad Delgado.
A estos hallazgos se suma otro que las autoridades registraron el 20 de septiembre anterior. El cadáver de una mujer fue encontrado flotando en un tramo del río en la colonia Gallegos, al sur de la capital.
Los pobladores descubrieron el cuerpo y ayudaron a las autoridades a extraerlo del agua para que le hicieran el reconocimiento.
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La víctima era una mujer de entre 20 y 35 años. El forense determinó que tenía unos seis días de haber sido asesinada.
De acuerdo a la Policía, los delincuentes matan a sus víctimas y luego se deshacen de los cuerpos en el río. Esto dificulta la investigación porque debido a que la corriente arrastra los cadáveres es más complicado determinar a dónde fueron cometidos los crímenes.
En otros hechos de violencia, las autoridades procesaron dos escenas de homicidio. Un hombre fue ultimado en la lotificación El Tesoro, en el kilómetro 23 de la calle antigua a Zacatecoluca, en Olocuilta, La Paz. Otro asesinato fue cometido en el cantón Los Polanco, de Atiquizaya, Ahuachapán.