Patria potestad y libertad de expresión

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05 October 2018

Aprovechando la falta de una Sala de lo Constitucional, el FMLN lanzó dos propuestas intolerables: por medio del Mined, pretende incluir enseñanzas sobre la diversidad sexual en la materia de Urbanidad, Moral y Cívica. Y mediante sus diputados, pretende implantar una disfrazada ley mordaza. “Intolerables”, digo, porque atentan ambas no solo contra la libertad de expresión, sino también contra la patria potestad, derecho insustituible de los padres de familia.

La propuesta ley mordaza pretende proteger nuestra salud mental regulando lo que se clasifique como un atentado contra ella, en opinión de una comisión que para tal fin será instituida. Si esa comisión considera que oponerse a incluir la diversidad sexual en la materia de Urbanidad, Moral y Cívica atenta contra la salud mental, esta columna, y todas aquellas críticas que, en cualquier tema, se considerasen “atentatorias”, podrían eliminarse.

¿Por qué me opongo a que ese tema sea incluido en la materia mencionada? Porque tal enseñanza atenta contra la patria potestad que otorga a los padres de familia el derecho sobre la educación de sus hijos, especialmente en temas morales. Y también, precisamente por lo que ya aclaró el viceministro de Educación: porque con ello se pretende que haya TOLERANCIA para la comunidad LGBTIQ. ¿Tolerancia? No, por favor. En aras de la tolerancia se han cometido muchas injusticias, equiparando conceptos absolutamente contrarios; se han fomentado el relativismo y la mediocridad.

Por eso, lo que se debe enseñar a los alumnos de todas las edades es, simple, llana y claramente: el RESPETO, así, con mayúsculas y sin más calificativos; no la tolerancia.

Nuestra Patria está como está porque ya no existe el respeto: respeto a las personas, a todas ellas, niños, adultos, ancianos, bonitos, feos, gordos, flacos, simpáticos o no. Es innecesario (casi diría que es dañino) el hacer un tema separado y exclusivo sobre el “colectivo” (como gustan llamarse) LGBTIQ, porque dentro del término PERSONAS ya están incluidos. Colocarles en un nivel diferente y (pareciera) superior, es intolerable. De nuevo, lo que debe promoverse y enseñarse, es el RESPETO: a todos los seres humanos, a todos los seres vivos, a las leyes, a los reglamentos, al derecho de los demás. Y el respeto comienza por sí mismo. Que nadie aspire a ser respetado si, por su conducta y actitud, no se hace respetar.

Refiriéndonos a la ley mordaza, algunos califican como doble moral condenar la propuesta de esa ley, mientras paralelamente se pidió prohibir en nuestro país el concierto de un grupo de rock que, además de burlarse de nuestros Símbolos Patrios, promueve la violencia y el satanismo.

Opino que, lejos de ser una doble moral, es la prueba palpable de la libertad de expresión. Porque miles de salvadoreños firmaron la solicitud para impedir ese concierto, al sentirse ofendidos y ver amenazada (allí sí) la salud mental de los jóvenes con la presentación de ese grupo, cuyo nombre no menciono por no publicitarlo. Y, en resumidas cuentas, tanto oponerse a ese concierto, como oponerse a la enseñanza de la ideología de género, es ejercer ambos derechos: la patria potestad y la libertad de expresión.

Por eso tememos tanto a esta ley recién propuesta, con envoltorio de moralidad y buenas costumbres. Porque lo que va por dentro, es impedirnos ejercer nuestros derechos más sagrados. Como dije al inicio, es intolerable. ¡No lo permitamos!

Empresaria.