El miércoles 25 de septiembre tuve el privilegio de asistir a un evento organizado por la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), en la que se presentó como invitada especial la periodista y escritora cubana Yoani Sánchez con su conferencia “LA LUCHA POR LA LIBERTAD EN CUBA”.
Y digo que fue un privilegio, porque siempre le he dado seguimiento a los sucesos relevantes que ocurren en el mundo, pero desde la finalización de mi mandato como primer presidente de la Corte Suprema de Justicia y de la Sala de lo Constitucional después de los acuerdos de Paz, me he preocupado con mayor empeño a todos aquellos acontecimientos que se refieren a la lucha por la libertad, la democracia y el estado de derecho muy especialmente en nuestra América Latina y obviamente Cuba no es la excepción.
Lo digo también porque pude escuchar de primera mano el testimonio de Yoani Sánchez, una joven cubana cuyo reconocimiento internacional, ha superado todos los registros históricos y ha pasado a ser en poco más de una década un verdadero referente internacional.
Para todos los que cuando éramos jóvenes vivimos lo que representaba la lucha libertaria de la Revolución Cubana y nos emocionamos con los inicios de una gesta heroica que prometía terminar con las dictaduras militares de la época en América Latina, escuchar el relato de lo que podría considerarse la distorsión de los principios y valores que inspiraron la concepción revolucionaria original me resultó aleccionador y sumamente impresionante, por lo que lamentablemente llegamos a la conclusión desde hace mucho tiempo que quienes antes fueron defensores de la libertad y de los derechos ciudadanos se han convertido en la actualidad en los más grandes opresores de sus propios pueblos.
Estamos enterados de que la rápida y fulminante trayectoria de Yoani y su proyecto han sido objeto de controversias, noticias e interpretaciones diversas pero, más allá de la polémica, lo que no se puede cuestionar es el compromiso de esta brillante y valiente joven luchadora por la libertad.
Su discurso absoluto y contundente es muestra de una historia contada de manera diferente, de una lucha por informar contra todas las dificultades imaginables y de una convicción de profundizar en el análisis de las interioridades de una sociedad sufrida, estoica, alegre y creativa como la cubana.
Una sociedad, que por décadas se ha sabido sobreponer a condiciones extraordinarias de aislamiento económico internacional y de estricto control político interno.
No cabe duda de que las iniciativas y acciones de Yoani han despertado el interés mundial, su juventud, su condición de mujer, su origen y formación en las entrañas de un régimen autoritario bajo la influencia económica de la antigua unión soviética y su procedencia de una humilde familia, cuyos padres eran militantes del partido comunista, dan a su trabajo una connotación especialmente relevante, más allá de consideraciones ideológicas. Quizás a ello se deba en parte, el extraordinario éxito obtenido en tan poco tiempo.
Lo que no se puede poner en duda es que sus intervenciones son aleccionadoras, reveladoras y sugerentes, sobre todo para sociedades como la nuestra que atraviesa un atropellado y difícil proceso de construcción democrática, una débil institucionalidad y una alta polarización política, condición que nos coloca en un estado de fragilidad política y social, por lo que en tal situación corremos un serio peligro de tomar caminos equivocados en la búsqueda de soluciones a los graves problemas nacionales.
Yoani maneja un discurso que se percibe sincero, sus argumentos son contundentes y sus convicciones sólidas, lo que representa una oportunidad de oro para que los salvadoreños pongamos debida atención a que un régimen como el cubano, que ha representado siempre un hito de los planteamientos de la izquierda latinoamericana, no debe ser parte de la ruta que nos hemos trazado los pueblos como el nuestro que amamos la libertad y la democracia.
Yoani ha recibido en virtud de su encomiable labor y su brillante trayectoria muchos premios y distinciones.
En 2004 fundó junto a otros cubanos la revista “CONSENSO” y 2007 creo el blog “GENERACION”.
Por su extraordinario trabajo 2008 y 2009 recibió el premio de periodismo “Ortega y Gasset” y “María Moors Cabot”, respectivamente.
Ahora me toca leer su libro y profundizar en el análisis, no solo como una experiencia académica, sino como una lección sociológica y una enseñanza política, que me permita continuar comprendiendo la compleja realidad que estamos viviendo los salvadoreños y que tendremos que heredar a las futuras generaciones, pero intentaremos hacer uso de nuestra propia experiencia adquirida desde las trincheras de la sociedad civil y arrojar alguna luz que ilumine el camino hacia la construcción de nuestra incipiente democracia.
Por ello reitero lo que señalé en las primeras líneas, fue un verdadero privilegio escuchar a Yoani en persona “La Cubanita”, como ella misma se identificó al firmarme su dedicatoria en el libro “Cuba Libre”, que adquirí esa noche. Asimismo, mi respeto a su esposo Reynaldo Escobar, quien participó en forma muy elocuente en el conversatorio. Felicito a la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), por su oportuna y patriótica iniciativa que hizo posible la visita a nuestra patria de tan distinguida visitante.
Presidente de Concertación Democrática Nacional y
expresidente de la Corte Suprema de Justicia.