La reciente encuesta de la LPG datos revela varios hechos, algunos esperados a estas alturas del proceso, a saber: (1) Apatía y falta de compromiso social; (2) Desconocimiento de los candidatos y sus ofertas electorales; (3) Ignorancia flotando en el ambiente o hay mucha gente engañada víctima del populismo; (4) Escasa importancia a la calidad y moralidad de candidatos; (5) GANA se encuentra arriba de las preferencias; (6) ARENA renovado está volviendo por sus fueros y (7) FMLN sufre desgaste pero podría despertar más adelante.
Es natural que seis meses antes de las próximas elecciones el público desconozca a los candidatos y sus ofertas electorales porque no se ha iniciado la campaña; de ahí que la intención del voto es inconsistente y podría cambiar al conocerse mejor la calidad de los contendientes. En efecto, el candidato de GANA es el único que no muestra su curriculum vitae, con pocas apariciones públicas no presenta sus “ideas nuevas” y mucho menos las debate públicamente; tampoco explica cómo resolverá los problemas de la Nación; no participa en eventos donde debería de estar presente ni explica cómo gobernará en caso de alcanzar el poder. De todo lo anterior se colige que la intención del voto por este candidato es una acción especulativa y hasta ligera fundamentada en el que “dicen”.
Lo que la historia enseña esa clase de político joven e inexperto siempre es un riesgo: a menudo no sabe controlar sus emociones, compensa su inexperiencia y desconocimiento con prepotencia y altanería, oculta sus debilidades en actitudes egocéntricas y habitualmente se rodea de “viejos gatos” que lo manipulan y utilizan. En suma, carece de la sabiduría para gobernar que solo se adquiere con “lecciones aprendidas”, el tiempo y la paciencia.
En realidad el candidato del partido GANA es un ave de paso que abandonará al partido una vez lo haya utilizado. No es un académico, tampoco un profesional; tal vez se le ubica como un empresario casual gracias al apoyo de la familia, nivel no alcanzado por méritos. Su experiencia como administrador se reduce a dejar endeudadas dos alcaldías, ciertos negocios poco transparentes y el fracaso del Mercado Cuscatlán que en 19 meses ha dejado pérdidas de 2 millones de dólares.
Varios analistas coinciden en que se aprovecha de los sentimientos del público para buscar adeptos, utiliza el caos folclórico y los desaciertos para justificar su discurso destructivo, promueve la antipolítica para abonar la tercera vía que representa, usa el caballito de batalla de “nuevas ideas” para llamar la atención de incautos y fundamenta su accionar en un populismo que atrae pero no convence. Evidencia ambición desmedida, ¿Para satisfacer su ego? ¿Para trabajar de verdad para hacer progresar el país? De llegar al poder asegura que gobernará de manera diferente ¿Un estado democrático, republicano y representativo?
El público que se transporta en bus y compra en el Mercado Central se pregunta: ¿Y este joven de calcetines anaranjados, sin bandera reconocida, que no es el hijo de aquel señorón que predicaba el islam en la televisión, que insistía en la práctica de los valores, el juego limpio y respeto a la mujer? Según parece, no cumple con los sabios consejos de su mentor y guía espiritual y, por el contrario, no ha demostrado todavía que es inocente de todo lo que se le señala y cuestiona.
En cuanto a los demás candidatos, sería un error histórico la llegada de un tercer “gobierno del cambio”, fracasarían ni tanto por los desaciertos sino por la forma de gastar el dinero de los contribuyentes y terminarían por completar la ruina del país. También sería un error y un descrédito la llegada de políticos que se ubican en el lado equivocado de la historia al apoyar ciegamente a dictadores y narcodictaduras que violan derechos humanos, encarcelan opositores, reprimen a la población y causan crisis humanitarias y éxodos masivos.
Colaborador