Empantanados o hundiéndonos

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21 September 2018

Estamos en un empantanamiento de las negociaciones en la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), cuatro de ellos para la Sala de lo Constitucional. El tema se puede resolver en las próximas semanas o retrasarse hasta el próximo año. Esta lamentable situación pone en relieve la polarización, no tanto de derechas e izquierdas como tradicionalmente se manejaba en nuestro país, sino de demócratas/institucionalistas versus antidemocráticos/ dependientes o parciales.

¿Cómo llegamos acá?

Acemoglu, profesor de MIT y autor de “Por qué fracasan las naciones”, asegura que la clave del desarrollo y la prosperidad son las instituciones, tanto por su calidad como desempeño. Esta teoría institucionalista no es nueva y el maestro Manuel Alcántara, de la Universidad de Salamanca, nos ilustró ampliamente mientras se elaboraba un documento que ha marcado mi vida profesional, pero sobre todo me hizo interpretar la realidad desde esta luz.

La elección de magistrados de la CSJ es un indicador esencial de la salud de nuestra democracia. Es un reflejo de la capacidad de deliberación, diálogo y negociación en el seno de la Asamblea Legislativa. Sin embargo, estamos en un empantanamiento que aún no rinde resultados de calidad.

Desde la sociedad civil, se ha optado por todos los caminos que los derechos a expresarse y participar permiten, tales como:

1. Vigilar la etapa de la elección en el Consejo Nacional de la Judicatura.

2. Alentar que la elección organizada por la FEDAES fuera más participativa del gremio.

3. Promover campañas sobre la importancia de una Sala de lo Constitucional independiente e instar a las distintas entidades, para lograr niveles de transparencia durante el proceso.

4. Elaborar una propuesta de reforma al Reglamento Interior de la Asamblea Legislativa.

5. Presenciar las entrevistas de los 30 candidatos que la subcomisión realizó.

6. Evidenciar los retrasos en las distintas etapas, para evitar que se llegara a una acefalía en la Sala de lo Constitucional.

7. Señalar que se están acumulando más de 130 nuevas demandas de inconstitucionalidad, amparos y habeas corpus, vulnerándose el derecho humano a la justicia.

8. Denunciar ante Relator Especial de Independencia de Magistrados y Abogados de Naciones Unidas, así como a la OEA en relación con la Carta Interamericana de Derechos Humanos.

9. Varias personas han activado instancias, tales como el Tribunal de Ética Gubernamental.

10. Se ha expresado que el retraso está deteniendo la investigación de casos de enriquecimiento ilícito.

El Representante Regional del Alto Comisionado de la Naciones Unidas le envió a la Asamblea Legislativa una nota exhortando a respetar los tratados internacionales sobre derechos humanos y que se cumplan los estándares internacionales sobre independencia judicial y elección de altas cortes.

Pero al final la decisión está en manos de los políticos que han sido electos en las urnas para que nos representen. Esta fase es por esencia política y ahora lo que debemos exigir es transparencia y una elección de calidad.

Algunos diputados y fracciones parlamentarias han estado más abiertas a trabajar en base a baremos, es decir, una evaluación objetiva en base a criterios técnicos. Otros se obstinan en basar su decisión en cuoteos y repartos partidarios. Las personas electas deben ser expertas e independientes, de tal forma que sus decisiones solo se basen en criterios acerca de la aplicación de la ley. Ha trascendido que parte de la estrategia de algunos partidos es que no haya elección hasta después de los comicios de 2019, lo cual es un peligro inminente.

En el contexto actual, la cultura política está evidenciando que la Asamblea está teniendo una dificultad para cumplir con su rol constitucional que consiste en elegir a los magistrados, y no con retraso sino en tiempo, es decir para el 15 de julio de este año, lo que se retrasó y ya llevamos más de 65 días sin Sala de lo Constitucional. Cumplir plazos es uno de los elementos básicos de la legalidad de un país.

Las decisiones de nuestros políticos tienen un impacto en la prosperidad, desarrollo y en el establecimiento de un Estado de derecho. ¿Se está escogiendo a candidatos a magistrados que por sus cualidades y características harán un contrapeso al poder o serán ellos los controlados por la política partidaria o intereses de cualquier índole? Esta parte de la historia esta aún pendiente de escribirse.

Esperemos que el entrampamiento sea temporal, de lo contrario podemos estar pegados a un obstáculo que nos hundirá y esta elección podría convertirse en parte de la razón de por qué fracasan los países. Nos estamos jugando la capacidad de ser un país viable con instituciones que funcionen y que permitan luchar en contra de la pobreza, la corrupción y lograr el desarrollo.

Abogada, presidenta de la Fundación

Democracia, Transparencia y Justicia (DTJ)