La Presidencia asume las funciones de máximo tribunal

Los que frenan la integración de la Sala de lo Constitucional lo hacen, a todas luces, por miedo a que haya magistrados valientes e independientes que apliquen verdadera justicia y fortalezcan la lucha contra la corrupción.

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17 September 2018

El empecinamiento del FMLN y de GANA de tener títeres en la Sala de lo Constitucional, como denunciaron 30 organizaciones de la sociedad civil, ha llevado al país a hechos tan peligrosos como que Casa Presidencial esté asumiendo funciones de tribunal constitucional. Avala lo que quiere y lo demás lo veta según lo estime conveniente.

Esto puede explica por qué el FMLN y su incondicional aliado GANA, el partido de Bukele, hayan bloqueado la elección de magistrados por más de dos meses: simplemente el oficialismo está feliz de no tener una autoridad superior que les estorbe, que decida en definitiva y con la ley en la mano sobre los asuntos más cruciales del país, como la venta de islas a extranjeros. Pero, sobre todo, que frene los abusos de poder y las imposiciones a las que tanto están acostumbrados los efemelenistas y sus incondicionales.

Es más que conveniente que, aunque le quede poco tiempo ya en la Presidencia, Sánchez Cerén decida en definitiva, como si estuviéramos en el tiempo de los monarcas absolutistas y no hubiera división de poderes.

De hecho, ya maniataron a la Corte Plena, cuyos miembros se declararon incompetentes de resolver casos de corrupción porque el máximo tribunal, según alegan ellos, está desarticulado, sin la Sala de lo Constitucional. Buena excusa.

Hace unos años, una diputada efemelenista fue a llorar a Los Ángeles, diciendo que ya tenían en sus manos el Poder Ejecutivo y el Legislativo, pero no el Judicial y los medios de comunicación. Ahora casi tienen el Judicial.

El problema va a ser cuando quieran robarse otra vez los ahorros de pensiones de los trabajadores y no haya Sala de lo Constitucional que los frene, como hicieron los Cuatro Magníficos. O quieran vender el país entero a los chinos y no haya nadie que haga valer la soberanía y la Constitución.

La cerrazón en tener peones en la Corte, como denunciaron las organizaciones, recuerda el comentario de un presidente de Estados Unidos a quien le dijeron que un particular congresista era un perverso, a lo que él respondió que dado que en el país había tantos perversos, ellos también tenían derecho a estar representados en el Congreso.

No quieren entender que no

pueden revertir la historia

El caso es que El Salvador no puede darse el lujo de nombrar ni por cinco y menos por nueve años a funcionarios amigos de lo ajeno, encubridores de bribones, de tránsfugas, de los artífices de plazas fantasmas, de los que reciben mordidas por sus votos en la Asamblea...

Suficiente tenemos con saber que en la Corte Plena hubo magistrados que defendieron a capa y espada a Funes para que no se le llevara a juicio por enriquecimiento ilícito en el primer gobierno del FMLN. Y resulta que ahora se le enjuicia por el saqueo de 350 millones de dólares. Eso sin contar las apaleadas que su escuadrón le propinaba a los automovilistas que se le ponían enfrente, como le sucedió a un expresidente de Anda.

Esos son los abusos y violaciones a los derechos humanos por los que también es urgente nombrar a los magistrados de la Sala de lo Constitucional, pues a más de alguno se le puede ocurrir comenzar a hacer desmanes porque no hay nadie que lo pare.

Los que frenan la integración de la Sala de lo Constitucional lo hacen, a todas luces, por miedo a que haya magistrados valientes e independientes que apliquen verdadera justicia y fortalezcan la lucha contra la corrupción.

Quizá es porque ven a Saca y no quieren entender que en El Salvador han comenzado a cambiar muchas cosas y ya no pueden ir contra las agujas del reloj de la historia.