La corrupción que genera las enfermedades no transmisibles

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15 September 2018

De acuerdo con el comunicado de prensa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 17 de octubre de 2017, “los gobiernos se comprometen a reducir el sufrimiento y las muertes que causan las enfermedades no transmisibles”. Jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, entre ellos El Salvador, se han comprometido desde hace unos años a emprender “nuevas acciones audaces para reducir el sufrimiento y las muertes que causan las Enfermedades No Transmisibles (ENT)”.

El compromiso va más allá de la promesa anterior, pues también han prometido reducir en un tercio las muertes “prematuras” por ENT, desde 2017 a 2030, en el contexto de la Agenda de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.

La OMS ha determinado que las ENT son responsables de 8 de cada 10 muertes (80 %) cada año en América y asimismo espera que las ENT aumenten en las próximas décadas como consecuencia del crecimiento poblacional y del envejecimiento, la urbanización y la exposición a factores de riesgo de ENT.

De esas muertes por ENT, según dicha organización, el 35 % de todas ellas ocurren en personas que se encuentran entre los 30 y los 70 años de edad, es decir, que la OMS las cataloga como prematuras pues ocurren antes de la esperanza de vida al nacer que para El Salvador está en los 73.6 años.

En su oportunidad el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS expresó: “Es estremecedor ver cómo enfermedades como el cáncer y la diabetes afectan cada vez más a las personas con menos posibilidades de asumir los costos de la atención sanitaria”.

Es cierto. El Director General de OMS ha acertado en calificar de estremecedor ver cuántas personas se enferman en países como el nuestro sin poder accesar a atención sanitaria de calidad, donde se generan la masiva actividad económica y enorme cantidad de dinero a través de los impuestos que paga su población, y siempre y desde siempre no hay billete suficiente para mejorar la atención en salud de las mayorías.

Después de los últimos procesos judiciales realizados a exfuncionarios de nuestro país donde la Fiscalía General de la República ha demostrado los millonarios montos dinerarios que se han desviado de su justo destino, es decir, para la satisfacción de las necesidades del pueblo soberano que los ha producido y entregado a su empleado, el Estado, para que resuelva; estremece y repugna observar que tanto salvadoreño se enferma debido a las acciones que no se han realizado por falta de esos dineros. Dineros que sean asignados para programas educativos, para que las personas aprendan a comer saludablemente, hospitales bien equipados humana y materialmente; y especialmente, un programa de combate a la criminalidad que convierta nuestras calles en lugares seguros para que la gente pueda caminar tranquilamente y los niños puedan jugar de tal manera que quemen las calorías extras; es necesario antes de estar prometiendo cualquier otro tipo de acción.

La corrupción es un río que se desborda, penetrando por todas las sendas de una sociedad y arrasa con todos los elementos de ella, en este caso, con los recursos para lograr un pueblo saludable y feliz.

Médica, nutrióloga y abogada

Mirellawollants2014@gmail.com