¿Qué es lo que sostiene a mi Patria que la mantiene de pie luego de tanta violencia, de tanta miseria, de tanta mala fe?
La atacaron por la espalda, Judas la vendió otra vez y ante el terror y la farsa no busca venganza y no pierde la fe; sigue rezando y cantando a su Cristo morado de aquella pared; sigue en silencio luchando con puños cerrados sin desfallecer.
Alguien sostiene a mi Patria… Tú y yo sabemos Quién es…
Patria, alza vuelo y que el viento cierre tus heridas cual soplo de Dios.
¡Oh, Patria!, cruza el cielo y que el odio y la mentira sean vencidos con amor.
Siempre estás rompiendo esas cadenas que sujetan tu futuro y tu ilusión; siempre fuiste más que tus problemas, pero es hora de que seas más que una emoción; siempre vas a creer en las promesas pero no cierres los ojos, por favor; siempre vas a perdonar ofensas, pero sin impunidad para el traidor…
Ya antes había publicado esta preciosa composición del cantautor peruano Luis Enrique Ascoy, pero quise reproducirla porque ahora más que nunca parece dedicada directamente a El Salvador de la actualidad. Habla de la venta del país, de los traidores y los Judas; de las heridas, de sus decepciones, de los problemas que la bloquean, pero también de su fe en Dios, de su coraje para sobreponerse a las pruebas y de su capacidad de perdonar y seguir adelante.
Un país agobiado por la pobreza, la corrupción, la política sinvergüenza y el retraso, la tendencia hacia lo fácil y la falta de civismo y conciencia entre las nuevas generaciones.
Se ha armado una polémica porque una periodista de televisión entrevistó a varios niños sobre los Símbolos Patrios y pocos pudieron acertar con sus respuestas.
El problema es que ahora no es la incapacidad de la sociedad de inculcarle el civismo y los conocimientos a esos niños, sino la entrevista de la periodista. Para distraer sobre la deficiencia en la enseñanza, los medios oficialistas y los docentes alineados enfatizan en ver la paja en el ojo ajeno y no la viga que tienen enfrente y han tratado de provocar un linchamiento público de la comunicadora.
Ciertamente no es correcto fomentar el bullying ni la burla o el escarnio hacia los niños, pero tenemos que aceptar que el reportaje solo refleja la culpa que tenemos los adultos, padres y maestros, de no prepararlos bien. Después que nos empacharan de nacionalismo en los años 70, hemos tenido un sistema laxo de educación que ha empeorado con la intención de las autoridades de enfatizar más en el manejo ideológico-político de los estudiantes que en la formación de criterio y pensamiento crítico.
Algunos quieren preparar futuros activistas y bochincheros al servicio de regímenes de fanáticos, más Bellositos a los que llevan a la violencia y luego abandonan, que hombres de bien, productivos, de familia, solidarios, buenos cristianos y honrados ciudadanos.
La Patria no son los falsos mesías, los violentos y los corruptos que han aprendido y aplican aquello de que “el tiene más galillo siempre traga más pinol”.
La Patria son los auténticos y pacíficos luchadores sociales desde sus familias y sus trabajos, solidarios, defensores de la tierra en la que nos ha destinado la Divina Providencia. La Patria son los hombres y mujeres de bien que la ayudarán a levantar vuelo y cruzar el cielo azul y blanco otra vez.
Periodista