¿Cuál era la prisa para terminar con Taiwán?

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31 August 2018

Los hechos apuntan a que hubo precipitación en la ruptura de relaciones entre El Salvador y la República de China Taiwán, al respecto la gente se pregunta con justa razón: ¿Se cumplió un compromiso con los comerciantes del Lejano Oriente? ¿Las cosas no salieron como se esperaban y no hubo otra opción? ¿Jugaron al golpe dado no hay quite suceda lo que suceda el próximo año? ¿Prevalecieron las consignas de partido sobre las decisiones del gobierno? y ¿La decisión fue resultado de una momentánea sobredosis ideológica?

Varios diputados coinciden en que la decisión fue inconsulta, poco transparente y sorpresiva porque en la cadena nacional no se informó de antecedentes sino de hechos consumados, a saber qué pasó con aquello del “gobierno participativo que toma en cuenta la voluntad popular”. Sin duda hubo ausencia de tacto, prudencia y mesura porque ¿cuál era el propósito que la señora Embajadora abandonara El Salvador en un tiempo demasiado corto? ¿Por qué fue tratada de esa manera, sin concederle el tiempo razonable al menos para que atendiera sus asuntos personales?

Se entiende que el socialista químicamente puro siente aversión por el demócrata que vive en clima de libertades, pero se espera que unos y otros tengan como denominador común la dignidad y la decencia. En realidad entre las personas se puede discrepar profundamente, inclusive colocarse en las antípodas en la forma de pensar, pero ante todo debe prevalecer el respeto recíproco.

Nadie duda de la potestad del gobierno de romper relaciones diplomáticas con China Taiwán aun por motivos intrascendentes; inclusive invocando arranques emocionales, se critica la forma en que se cumplió la decisión. Se recuerda al expresidente ahora fugitivo cuando perdió los estribos al no recibir del gobierno de la República de China Taiwán lo que él esperaba para “hundir” al expresidente Francisco Flores, en su diatriba amenazó con romper relaciones y realizó algunas acciones en ese sentido.

¿Por qué la decisión no fue planeada en forma tranquila con inteligencia y sobre todo sin perder la elegancia para hacer bien las cosas, evitar zaherir susceptibilidades y sin provocar despelotes? ¿Por qué no se programaron las acciones para evitar consecuencias que ahora afectan a personas que están pagando un pato que no deben? Las secuelas no solo son internas, también son externas porque han dado la impresión internacional que El Salvador es un país desagradecido e insensible que no sabe apreciar ni mucho menos valorar la asistencia, apoyo y solidaridad.

Obviamente la decisión no fue tomada por el pueblo salvadoreño; la tomó un grupo de políticos que no representan a la República de El Salvador, y como sucede siempre, costará muchos esfuerzos y recursos reparar el daño, y lo más difícil, recuperar la credibilidad y confianza ante el concierto mundial de naciones.

Quedaron varados casi medio centenar de salvadoreños que ya tenían listos sus papeles para viajar en calidad de becarios y que ahora ven su futuro incierto aun cuando les han prometido enviarlos en iguales condiciones a China Popular. Al respecto, esta última respondió que solo pagará el 40 %. En cuanto a los becarios que ya se encuentran estudiando en Taiwán, dijeron que se rebuscarán para finalizar sus estudios en ese país y recelan que se les envíe a otras universidades, empezando porque ni siquiera les han preguntado si desean trasladarse. Tampoco se sabe qué harán con los cadetes salvadoreños que ya se encuentran cursando estudios en China Taiwán.

Se calcula en aproximadamente medio millón de salvadoreños los que en alguna forma salieron afectados por la ruptura de relaciones; entre otros, basta citar unos 400,00 agricultores y eso sin incluir los campesinos capacitados en diversas disciplinas técnicas, los niños y maestros de muchas escuelas del interior y los pescadores artesanales que aprendieron nuevos métodos con el propósito de mejorar su presupuesto familiar. No escapan los cafetaleros que ya contaban con 43 millones de dólares que se necesitan para mejorar el parque cafetero, el sector azucarero que involucra muchos millones de dólares en exportaciones y los productores nacionales al cortarse las relaciones comerciales. Es incompresible eso de trabajar para la gente dañando a la gente.

Abogado