Los Robin Hood socialistas son pícaros: se quedan con todo

Los Robin Hoods de hoy, los que nos saquean, sí se dan sus grandes lujos, yendo y viniendo en camionetonas todoterreno con escolta y viajando como valijas por el mundo.

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28 August 2018

Dicen que Robin Hood, el legendario bandido de los bosques de Sherwood, era un sinvergüenza, como son los regímenes socialistas e intervencionistas de hoy: en teoría roban a los ricos para repartir entre los pobres, pero se quedan con una gran tajada.

Como los efemelenistas que exprimen a los salvadoreños y luego los invitan a “gozar del buen vivir”... ¿Aguantan?...

En Costa Rica, nos informan amigos residentes allá, cinco diputados lograron detener un saqueo preparado por el nuevo gobierno, que iba a subir “progresivamente” los impuestos y además imponer un impuesto suntuario a los padres de familia cuyos hijos van a colegios privados, en parte para “generar empleo”, lo que era inflar la ya bastante inflada burocracia del país con sus partidarios, como ha hecho el oficialismo en El Salvador.

Aquí, ya se sabe, todas las dependencias gubernamentales han hasta duplicado su personal, con gente inútil e innecesaria, sus parentelas y amigatelas incluidas.

Como si no fuera suficiente despilfarrar los presupuestos estatales en esa manera, los efemelenistas están en meneos para sacarles más de un billón y medio de dólares a los chinos continentales, para lo cual están en trámites para venderles la Patria de los salvadoreños, no la de ellos pues siguen siendo súbditos de la Unión Soviética, ya que nadie se atreve a decirles que el glorioso bloque comunista de naciones se despanchurró hace casi tres décadas.

Pero, bueno, siempre queda Cuba como patria postiza donde van a hacerse tratamientos médicos como en su momento Hugo Chávez.

Hay que reconocer, empero, que las sociedades feudales de los tiempos de Robin Hood eran misérrimas, pues sus economías estaban calcadas de las socialistas del día de hoy. Los botines de los asaltantes del bosque serían paupérrrimos en una época en la que ricos y pobres no tenían mucho que comer y los pobres heredaban la ropa de sus antecesores muertos, aun los muertos por la peste.

Pero los Robin Hood de hoy, los que nos saquean, sí se dan sus grandes lujos, yendo y viniendo en camionetonas todo terreno con escolta y viajando como valijas por el mundo, lo que a Dios gracias Norman está corrigiendo...

Nadie se atreve a decirles que la Unión Soviética se murió

Los periodos más prósperos en la historia del mundo han sido aquellos en que los pueblos gozaban de una importante medida de libertad personal y los gobiernos estaban sabiamente organizados, como en ciertos periodos de China, bajo los medos y Cambises en Persia y con los romanos en la época de Augusto y bajo los cuatro grandes emperadores españoles.

En la Edad Media se llegó a alucinantes extremos de pobreza hasta que surgieron repúblicas y principados libres.

Pero el gran cambio vino con el libre comercio en Inglaterra en el siglo XVIII: la apertura al comercio condujo a la división del trabajo tanto en los estados y ciudades mismas como a nivel internacional, lo que condujo al esplendor de la Era Victoriana y a una Europa sin mayores conflictos hasta que estalló la Primera Guerra Mundial.

La lección esencial es que solo cuando ambas partes en un intercambio se benefician es que habrá prosperidad y crecimiento, lo que contradicen las guerras comerciales y los esfuerzos para socavar la competitividad de unos con medidas unilaterales.