El ministro de Exteriores de Brasil, Aloysio Nunes, afirmó ayer que ve “inaceptable” la muerte de la estudiante brasileña Rayneia Gabrielle Lima en medio de la represión de las protestas contra el Gobierno en Nicaragua, y aseguró que insistirán en su “esclarecimiento”.
“Vamos a insistir porque nos parece una cosa inaceptable”, dijo Nunes, en declaraciones a la prensa en Johannesburgo, donde se celebra la X cumbre del bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
El ministro indicó también que, hasta el momento, la respuesta del Gobierno nicaragüense sobre los hechos “es que fue un guardia de seguridad privada”.
“Llamamos al embajador (brasileño) en Nicaragua para que nos explicara con más detalle y también al embajador de Nicaragua en Brasil para hacer un gesto diplomático del profundo inconformismo de Brasil con la violencia en Nicaragua, que acabó con una víctima brasileña”, señaló.
También mostró su apoyo a que la Organización de los Estados Americanos (OEA) inicie negociaciones para poner fin a la violencia “no solo de las fuerzas policiales sino también a la violencia quizás más ultrajante que es la de las fuerzas paramilitares contra los movimientos que buscan la reforma política del país”.
Capturan a sospechoso
Entre tanto, un hombre de 42 años fue arrestado en Nicaragua como presunto asesino de la estudiante brasileña, quien falleció el lunes víctima de varios disparos, informó ayer la Policía Nacional.
La Policía nicaragüense identificó al sospechoso como Pierson Gutiérrez Solís, de 42 años.
Según el periódico nicaragüense La Prensa, Gutiérrez Solís fue miembro del Ejército de Nicaragua, pero la dirección de Relaciones Públicas de esa instancia aclaró que desde 2009 no tiene relación alguna con la institución.
A Gutiérrez “le fue ocupada (decomisada un) arma de fuego, tipo carabina M4”, detalló la Policía en un corto comunicado.
Inicialmente la Policía había informado de que el autor del crimen era un vigilante de seguridad privada, pero en su reporte no explicó cómo un guarda de su tipo portaba un fusil de asalto automático en versión carabina fabricado por la empresa Colt de Estados Unidos.
La Policía nicaragüense tampoco confirmó si Gutiérrez era un guarda de seguridad privada.