El cierre de empresas en México se está haciendo cada vez más común, debido a la violencia e inseguridad reinante. Durante el primer semestre del año, las estadísticas oficiales acumulan cerca de 16, 000 personas asesinadas, el 18 % por arriba de la cifra del año pasado, en donde también hacen estragos la extorsión, el secuestro y los robos.
Los episodios delictivos que hace meses parecían ser esporádicos, han pasado a ser algo recurrente durante las últimas semanas. Muchos delincuentes piden renta a las empresas y como estas se niegan toman represalias, asaltando sus camiones repartidores o incendiándolos.
Para el caso, Grupo Bimbo suspendió la venta de sus productos en siete rutas de colonias periféricas de Acapulco por la inseguridad que existe en esa zona.
El Secretario de Fomento y Desarrollo Económico de Guerrero, Álvaro Burgos Barrera, dijo que “son en varias colonias ubicadas en la zona suburbana de Acapulco como en Ciudad Renacimiento, Emiliano Zapata y otras que están por esa zona”, afirmó en entrevista.
De igual manera, en marzo de este año, FEMSA cerró una planta de distribución en Ciudad Altamirano, luego de ataques armados contra sus instalaciones integrantes por parte del grupo delictivo de Los Caballeros Templarios.
La empresa refresquera Pepsico también puso fin a la venta de sus productos en esta zona de Guerrero.
Proyección desalentadora
En abril pasado, unas 800 personas saquearon dos tiendas de conveniencia en Arcelia, que sumaron pérdidas por 35 millones de pesos.
México cerró 2017 como el año más violento de su historia reciente -los registros federales homologados arrancaron en 1997-, superando el techo de asesinatos marcado en 2011, el epicentro de la llamada guerra contra el narco impulsada por el entonces presidente Felipe Calderón.
De continuar la tendencia proyectada hasta ahora durante los últimos seis meses de este año, 2018 marcaría un nuevo récord sangriento en el país.
México registró en 2017 un total de 25,339 homicidios dolosos en lo que ha sido el año más violento en las últimas dos década, con un impacto económico a nivel nacional equivalente al 21% de su PIB, unos 249,900 millones de dólares de acuerdo con el Índice de Paz 2018. - Agencias