Un grupo armado atacó a balazos al hijo del exjefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada, general Rafael Melara Rivera, la noche del miércoles, cuando circulaba en un pick sobre la calle El Mirador, de la colonia Escalón, en San Salvador.
La oficina de Comunicaciones de la institución castrense informó ayer, en un comunicado, que el joven viajaba en el vehículo acompañado de su motorista y un agente de seguridad.
Este último aparentemente intentó repeler el ataque, pero las balas alcanzaron y mataron de inmediato al motorista, de quien no fue revelada la identidad. Mientras que el hijo del militar resultó lesionado y fue llevado a un hospital. La fuente dijo que la condición de salud de la víctima era estable.
Se sabe que los atacantes dispararon desde un automotor pero se desconoce qué hacían las víctimas en el lugar y cuál fue el móvil del hecho.
La Policía y la Fiscalía General manejaron el caso con hermetismo, por lo que tampoco se sabe si los atacaron por el vínculo familiar y laboral que tenían con el militar.
Algunos residentes de la zona manifestaron a El Diario de Hoy que la balacera duró varios minutos.
Después de eso decenas de policías y soldados, algunos en vehículos Humvee, fueron desplegados por la zona para dar con los delincuentes. Hasta ayer por la tarde, no hubo reporte de capturas.
Incrementan ataques a militares y sus familiares
En los últimos días, las autoridades han reportado un incremento de ataques contra parientes de militares.
El sábado pasado, Abner Acuña Gálvez, de 20 años, fue asesinado en la colonia Leticia, de Turín, Ahuachapán. Era hermano de un soldado.
Además, Juan Antonio Vásquez, otro miembro de la Fuerza Armada, fue ultimado el 6 de enero cuando se dirigía a trabajar. El homicidio fue en el caserío Joyas de Tomasico, cantón La Presa, en Usulután.
Mientras que en el cantón Llano El Ángel, de Ciudad Barrios, San Miguel, unos delincuentes mataron a Santos Cabrera, quien perteneció a la institución armada.
Tres días antes fueron acribillados los hermanos Miguel y José Muñoz, cuando iban en motocicleta rumbo a su vivienda, en el cantón El Carrizal, de Cojutepeque.
El primero tenía dos años de haber salido de la Fuerza Armada para irse a trabajar como agente de seguridad privada en Dubái, Emiratos Árabes.
Miembros del Ejército que custodiaban la escena del doble homicidio aseguraron que ambos eran parientes de un agente de la Policía.