Hoy en día existen personas octogenarias que han visto la población mundial triplicarse en el transcurso de su vida. Es un fenómeno sin precedentes. Piense que la humanidad alcanzó los 1 mil millones de habitantes alrededor del año 1800. Los 2 mil millones se alcanzaron hasta en 1930. Pero solo treinta años después, fuimos ya 3 mil millones. Y con una progresión cada vez más rápida, hoy somos mas de 7 mil millones de personas habitando el planeta. No solo hemos sido exitosos en número, sino que también hemos logrado dominar al resto de las especies y sus ecosistemas. Los cambios que hemos causado en el planeta son de tal magnitud que se clasifica como una nueva época geológica: “el antropoceno”, o la época del hombre.
En 1841 un matemático belga, Pierre-Francois Verhulst, publicó una fórmula matemática que explicaba la forma en que crecen las poblaciones humanas. La bautizó con el nombre de “Ecuación Logística” y la escribió de esta forma:
dP/dt = rP (1 - P/K)
Su ecuación diferencial dice que una población (P) varía con el tiempo (t) a razón de la capacidad (r) del ecosistema para sostenerlos y con un límite máximo de (K) habitantes. Décadas antes, antecesores de Verhulst y la academia habían propuesto otras teorías sobre este crecimiento y no tomaron muy en serio sus ideas. Pero la ecuación fue descubierta nuevamente en 1920 por dos biólogos que notaron que describía adecuadamente la población de EE. UU. durante el siglo anterior. Desde entonces se ha vuelto una idea fundamental en la ecología, aplicada para entender desde la reproducción de bacterias hasta las poblaciones de animales en la savana africana.
El factor ( r) es quizás el más importante de la ecuación. Es la capacidad de un ecosistema para sostener la población actual: ¿Cuánta comida? ¿Cuánto espacio? ¿Qué enfermedades? ¿Que otras especies hay en competición?
Los seres humanos hemos logrado un crecimiento exponencial en el último par de siglos porque con ciencia y la tecnología hemos roto muchos de los factores que limitaban la capacidad del planeta para sostenernos. Primero, desde mediados de los 1800 aumentamos enormemente la producción de alimentos con fertilizantes y la mecanización de la agricultura. Luego, los avances médicos, desde el descubrimiento de los microbios en el siglo XVI hasta los antibióticos y las vacunas en el siglo XX, no solo redujeron la mortalidad infantil, sino que aumentaron notablemente la longevidad adulta. Mientras que hace unos 200 años la expectativa de vida en el mundo era 55 años, hoy es 82 en los países industrializados. Tercero, aprendimos a tomar medidas higiénicas a gran escala. Los primeros sistemas de alcantarillas aparecieron en Europa en los 1500 y hoy existen en la mayoría de ciudades del mundo con tratamiento y filtrado de aguas. Y finalmente, con sistemas de calentamiento, aires acondicionados, ropa adecuada, sistemas de transporte y redes logísticas, hemos logrado poblar regiones que en el pasado no hubiesen podido sostener grandes poblaciones humanas.
No obstante nuestro ingenio, la capacidad de La Tierra es finita. Con nuestro consumo actual hemos causado daños extremos al medio ambiente y agotamos a grandes pasos recursos primordiales como el agua. Provocamos la desaparición de especies a una escala solo vista en las extinciones masivas y contaminamos la atmósfera y los océanos de forma tal que causamos cambios en los patrones globales del clima, probablemente ya irreversibles.
La población mundial sigue aumentando. Afortunadamente, los datos indican que la velocidad a la que aumenta ha ido disminuyendo desde 1962. ¿Por qué? Se debe sobretodo a que, en términos generales, las personas alrededor del mundo ahora viven mejor. Antes, con peores condiciones de vida y alta tasa de mortalidad infantil, había que tener muchos hijos porque no todos sobrevivían. Mientras que antes más hijos significaban más manos para trabajar y producir alimento, hoy por el contrario, en los países industrializados implican una considerable inversión en tiempo, educación, alimentación y otras necesidades modernas. Y luego, con más oportunidades de educarse y trabajar, muchas mujeres inician su ciclo reproductivo más tarde que las generaciones anteriores.
Los cálculos más recientes predicen que seremos 11 mil millones de habitantes en el mundo para el año 2100. ¿Cómo estará el planeta para esa generación?
(Hay más factores que afectan las poblaciones. Para más detalles, propiedades de la función logística y otras de sus aplicaciones, visite el sitio web: http://52ecuaciones.xyz).
Ingeniero Aeroespacial
salvadoreño,
radicado en Holanda.