Aportar para la formación de recursos humanos jamás será un gasto, sino una inversión

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14 July 2018

El término “formación profesional” puede tener diferentes connotaciones, dependiendo del contexto y realidad de cada país. En El Salvador la Ley de Formación Profesional la define como un “medio adecuado para contribuir al desarrollo económico y social del país, a favor de la promoción humana del trabajador, elevando sus niveles de capacitación y calificación profesional, y contribuir al aumento de la producción y competitividad de las empresas”.

Al tomar como punto de partida esa conceptualización resulta válido preguntar ¿por qué es importante la formación profesional del recurso humano en El Salvador? Ante esa interrogante, lo primero que sale a la luz es que cada vez más son reconocidos los beneficios que aporta, no solo para los trabajadores sino que también para los empresarios.

Por ejemplo, la formación profesional en el mercado laboral tiene un impacto directo en la persona, ya que además de que adquiere nuevos conocimientos y/o habilidades —que lo cualifican en un mundo laboral competitivo y globalizado— también le ayuda a desarrollar mejor su trabajo, llevarse mejor con sus compañeros y, por ende, mejora su entorno laboral, contribuyendo a fortalecer su autoestima.

También, al adquirir estos conocimientos certificados, tienen mayores posibilidades de movilidad laboral en otras empresas o sectores; con ello se abre la oportunidad de que lleven más recursos económicos a sus hogares. Pero, uno de los aspectos fundamentales es que los trabajadores adquieren no solo habilidades duras, sino que se les refuerza sus habilidades blandas —aquellas relacionadas a la inteligencia emocional y que tienen que ver con los rasgos de personalidad, habilidades sociales, de comunicación y relaciones interpersonales. Todo lo anterior influye, directamente, en una mejor armonía con sus compañeros y hace un trabajo más efectivo.

Pero, ¿cómo esto nos beneficia a los empresarios? Un trabajador que está motivado y que su autoestima se ha visto fortalecida, gracias a la adquisición de nuevos conocimientos y/o habilidades, va a desarrollar mejor su trabajo en comparación con un trabajador que se encuentra sin incentivos y sin la oportunidad de obtener las nuevas competencias que da la formación profesional. En ese contexto, el empresario tendrá mayores recursos para invertir, aumentar las prestaciones y generar mayores utilidades.

Sin embargo, ¿cómo se percibe, en la actualidad, el tema de la formación profesional? Desde mi óptica puedo decir, con mucha satisfacción, que en el país ha crecido exponencialmente la formación profesional. Como Insaforp, en estos 25 años de fundación, hemos contribuido al fortalecimiento y capacitación de más de 4 millones salvadoreños.

Como institución contabilizamos un aproximado de 7 mil 800 empresas cotizantes; y en 2017 tuvimos alrededor de 6 mil 700 solicitudes de formación por parte de esas empresas; esto representa casi un 90 por ciento de quienes cotizan a Insaforp. Lo anterior refleja que la mayoría de empresas, cada día, están más conscientes de la importancia de capacitar a sus recursos humanos.

Esa demanda de formación que están mostrando las empresas, a nosotros como Insaforp, nos compromete a dar respuesta a estas necesidades; ya que contamos con solicitudes a nivel gerencial, ejecutivo y operativo en diferentes sectores productivos del país. Ahora, el reto que impone esta realidad es cómo llegar a más personas, por ello estamos apostándole a la formación en línea, que representa grandes beneficios tanto para los empresarios (con costos menores y mayor flexibilidad), así como para los trabajadores (ya que pueden tener acceso a diversos programas de formación desde sus hogares u oficinas y a horarios más oportunos).

Está completamente demostrado que aportar en la formación de los recursos humanos de las empresas jamás será un gasto; por el contrario, es una inversión que se traduce en trabajadores más competentes, motivados, con mejores habilidades que demandan los puestos de trabajo en un mundo globalizado; así como la ventaja que conlleva reforzar habilidades blandas, esas que están directamente vinculadas al clima organizacional de las empresas.

Presidente del Instituto Salvadoreño

de Formación Profesional (Insaforp)