Conferencistas de la organización de Estudiantes por la Libertad (EsLibertad), hablaron ayer sobre las bondades del liberalismo, pero también de los peligros que se ciernen sobre los pueblos con gobiernos populistas.
“El costo del populismo se traduce en tragedias humanas. El populismo nos golpea en la cara”, planteó Max Mojica, durante su conversatorio con un grupo de estudiantes universitarios que asistieron a la conferencia regional “El Salvador: cómo progresar en libertad.
En la misma participaron como ponentes, Fabricio Altamirano, director ejecutivo de El Diario de Hoy; Federico Hernández, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de El Salvador, Jorge Daboub, expresidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) y el mismo Mojica, como delegado de la organización Defensa Ciudadana por la Democracia (DECIDE).
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Mojica habló de cómo los gobiernos del FMLN han captado más dinero en impuestos y cómo se ha despilfarrado. “Cada dólar que el gobierno mal gasta lo pagamos nosotros (la ciudadanía”, explicó Mejía.
Federico Hernández por su parte hizo un repaso histórico sobre el desarrollo del pensamiento liberal en Europa desde los Sofistas de Grecia, pasando por la revolución francesa, hasta los aportes de Milton Friedman. “El pensamiento liberal arraigó tarde en América Latina”, dijo Hernández.
Altamirano habló sobre la libertad de expresión como uno de los pilares de la democracia. “Cuando se pierde la libertad de expresión se pierden las demás libertades”, expresó el director ejecutivo de El Diario de Hoy.
Enfatizó en que la libertad de expresión no es un privilegio de los medios de comunicación sino de todos los ciudadanos que deben de hablar “de las cosas indignantes, de denunciar las cosas que están mal”.
Puso de ejemplo Venezuela, donde a los ciudadanos solo les ha quedado la libertad de hablar de que no hay medicinas, papel higiénico ni pasta dental, entre otros productos de uso familiar.
Por su parte Dabou planteó que en un sistema liberal y de libre mercado, el Estado no debe intervenir, sino mas bien, su papel se reduce a ser un árbitro en la aplicación de las leyes en igualdad.
En la imagen: Max Mojica, de DECIDE, durante su exposición sobre la situación fiscal del país.