Es importante “que el gobierno muestre su compromiso en la lucha contra la corrupción”, advirtió un representante de la Embajada de los Estados Unidos al ser consultado por periodistas sobre denuncias de apoyo que Funes y su grupo han recibido desde el oficialismo.
La noción que los efemelenistas tienen del orden de leyes lo evidencia lo dicho por sus dirigentes al admitir que ellos mismos le aconsejaron a Funes huir a Nicaragua cuando se le comenzó a investigar por el saqueo de $351 millones, o al apoyar a la ex primera dama, en lugar de tomar distancia.
Lo cierto es que de esa forma parecen guiarse por el sagrado principio revolucionario de que “lo robado, robado se queda”.
La aplicación de las leyes, al igual que los procesos judiciales, no es asunto de quién es más popular o cuántas firmas se reúnen a su favor, sino de pruebas, testimonios, argumentos de defensores y acusadores, del debido proceso legal.
Lo que por ahora resta es que las autoridades salvadoreñas vean que Interpol capture al prófugo y su grupo y que Cancillería y la Corte Suprema cumplan con su cometido para gestionar la extradición.
Lo que sucede debe abrir los ojos de los diputados: la elección de magistrados y del Fiscal General se debe hacer escudriñando milimétricamente los antecedentes, las actuaciones y las filiaciones de cada candidato para no elegir individuos ligados a partidos, a prevaricadores, a gente que va a juzgar de acuerdo con sus intereses o los de su grupo, y no los del país y la letra y el espíritu del Derecho.
La Embajada de los Estados Unidos advirtió que hay avances en los tres países del Triángulo Norte, pero “en El Salvador eso puede cambiar si a fin de año eligen (como Fiscal) a alguien que no es capaz o es un corrupto o no tiene liderazgo para investigar los casos grandes… puede ser un retroceso importante”.
Lo mismo aplica con los magistrados de la Sala de lo Constitucional, para lo cual pide que se nombre a personas “comprometidas con la legalidad y la lucha contra la impunidad”.
Es natural que se castigue a los que roban bienes públicos, a los saqueadores de un país empobrecido y con muchas necesidades, a una sociedad acosada por la delincuencia donde pandilleros violan a niñas y obligan a sus padres a someterse o a escapar como puedan de esas comunidades. Y en esto cabe siempre la pregunta: ¿quisieras esto para ti y los tuyos?
¿Quisieras, estimado lector, ser juzgado por jueces prevaricadores que van a resolver no de acuerdo con justicia, a lo que es tuyo, sino a sus intereses políticos?
Apoyando a los autores
del “robo del siglo” y
de la narcodictadura
Los mismos que apoyan a Funes son los que apoyan también a la narcodictadura venezolana. Y esa clase de apoyos ha llevado a la situación que se vive en nuestros países, donde las mafias del narcotráfico están cada vez más cogiendo poder, lo que se traduce, entre otros hechos horribles, en los asesinatos de políticos en México —van ciento cincuenta en los últimos meses — lo que a su vez socava las estructuras sociales de una nación.
En la mente de los salvadoreños están frescas las declaraciones del Fiscal General de cómo los prestanombres y sus secuaces retiraban camionadas de billetes de cien dólares del Banco Hipotecario en bolsas negras. Yaún así le aconsejaron a Funes que se fuera apenas comenzó a ser investigado.
El Banco Hipotecario, como banco estatal, es idóneo para esa clase de movidas, como el préstamo que hicieron para construir una ahora abandonada sala de masajes que costó más de dos millones y medio de dólares y que fue garantizado, el crédito, por tres sujetos que no han dejado rastro sobre la Tierra.
La Corte Plena y Cancillería deben tramitar cuanto antes la extradición de quienes han sido acusado de graves hechos de corrupción en el primer gobierno efemelenista, si realmente quieren demostrar que luchan contra la impunidad.