Mauricio Pineda/ Evelia Hernández
A un año de la tragedia del incendio, que se originó en el cuarto piso de la Torre Tres del Ministerio de Hacienda, y por el cual fallecieron cuatro personas; los empleados recordaron a las víctimas. También denunciaron que siguen laborando en dos de las torres, las cuales aún no completan las recomendaciones de seguridad laboral, dictadas el 18 de julio de 2017, por Inspecciones, del Ministerio de Trabajo.
“Los trabajadores, por miedo a perder su estabilidad laboral, han aceptado estar ahí (Torres de Hacienda)”, declaró Roberto Gómez, del Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Hacienda (Sitramha).
Añadió que ha sido lento el proceso para cumplir con lo establecido en la Ley General de Prevención de Riesgos en los Lugares de Trabajo y en el reglamento de esa ley.
“Estamos exigiendo que se cumplan las medidas mínimas de seguridad porque fueron las que causaron que murieran (tres empleados y un estudiante que estaba en el edificio), el incendio no sabemos cómo se originó, un informe de parte de la Fiscalía no lo tenemos”, aseguró Anatolio Membreño, secretario del Sitramha.
Gómez explicó que le han pedido al nuevo titular de ese ministerio que agilice el proceso ya que “el ministro anterior no nos daba audiencia desde el año 2012, por conflicto laborales. Les hemos dicho (al nuevo funcionario) que tienen que acelerar el cumplimiento de la Ley de Riesgo, estamos generando un informe reportando las deficiencias”, dijo Gómez.
Los sindicalistas advierten que aún no existen las condiciones que permitan salvar la vida de los empleados en caso de otra emergencia; no hay rutas de evacuación, ni gradas de emergencia externa.
¿Están preparados ante una emergencia de igual magnitud?, se le preguntó a Membreño.
“Lamentablemente no estamos preparados, pueden ver que no hay gradas de emergencia todavía”, respondió.
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El Ministerio de Trabajo, por medio de la Dirección de Previsión de Trabajo y la Dirección General de Inspección de Trabajo, dictó que la torre uno y dos debía cumplir con recomendaciones técnicas a aplicar en los edificio de ocho niveles, donde laboran cerca de 220 trabajadores. En la primera torre las sugerencias de seguridad a aplicar eran 16, mientras que en la torre dos la medidas de seguridad subían a 20.
Entre las primeras indicaciones estaba la de instalar escaleras de seguridad externa en ambas edificaciones, sugerencia que debían ser ejecutadas en un plazo de 60 días, después de notificados. Hasta la fecha no se ha cumplido.
Según Gómez, las medidas se han respetado “en un 60 % han tratado la manera de cubrir, el otro tienen que ver con el estudio de la infraestructura para poder hacer el proceso de licitación de la escalera”, indicó.
Gómez manifestó que actualmente hay extintores recargados en cada uno de los pisos, señalización, lámparas de emergencia, alarmas, detectores de humo, entre otros.
Actualmente hay poco más de 40 personas por nivel en cada torre.
“Hay mucha gente que todavía tiene miedo de ingresar a las torres, hay personas que no quieren entrar porque ni siquiera lo han arreglado. La Torre Tres está inhabilitada, ahí no se ha hecho ningún proceso de limpieza”, comentó.
Por ello piden a las autoridades gubernamentales que tomen en consideración el chequeo a la infraestructura del edificio.
Ayer, frente a la entrada principal de los edificios , un grupo de empleados se concentró para recordar a su compañera de labores Nubia Caridad Campos quien murió dentro del edificio.
Campos también formaba parte de la junta directiva del sindicato.
A raíz de las lesiones sufridas en esa tragedia, también, falleció Blanca Lilian Castro y Godofredo Dheming.
Otra de las víctimas fue Daniel Avelino Aquino Guillén, quien falleció en el hospital Rosales, después de permanecer 42 días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El día del incendio 22 personas fueron llevadas a las emergencias de hospitales de la capital.
Jorge Augusto Hernández, quien se desempeñaba como técnico en telecomunicaciones en la torre tres, y que junto con otro de sus compañeros quedaron atrapados en el último nivel del edificio, fue rescatado vía aérea.
“Vivimos en carne propia esa cuestión, estábamos en el octavo nivel, atrapados y sin salida”, recuerda Hernández, quien tiene 18 años de laborar en ese lugar.
El hombre recordó que la única parte por donde podían evacuar estaba cubierta de humo y que por su densidad no les permitía respirar, varios de sus compañeros lograron salir; pero él junto a otro colega ya no pudieron hacerlo.
“Prácticamente no nos dejaba respirar (el humo); le soy honesto, llegó un momento de desesperación y pensamos que no íbamos a salir de ahí”, recordó.
Hernández se encontraban en la sede del sindicato, habían más de diez personas, que al inicio de la emergencia ni siquiera se habían percataron que las oficinas, cuatro niveles abajo, estaban siendo destruidas por el fuego.
Este sobreviviente explicó que fue una de las emociones más intensas de su existencia, él no sabían qué hacer. Esos momento aún los mantiene vivos en su mente.
“Tomamos la mejor decisión en ese momento, no hallábamos salida, las ventanas estaban colapsadas y no había otra parte para salir, el humo estaban bastante fuerte y no se podía respirar”, recordó al explicar que tuvieron que subir al techo del edificio.
Sin embargo, hasta ese momento no sabían si saldrían con vida de esta situación; Hernández comenzó a despedirse de sus familiares vía teléfono.
“A lo que a mí se refiere pensé que no iba a lograr salir, hice una llamada a mi papá y le dije que probablemente no iba a lograr salir de ahí y que los quería”, narró.
“No dejes de luchar”, fue la respuesta de su progenitor, eso lo motivó a no caer en la desesperación.
Ayer Hernández junto con otros sindicalistas y empleados de Hacienda recordaron a sus compañeros que fallecieron a causa de ese incendio, el 7 de julio de 2017.