Víctor Cuadras y Zayda Hernández son dos jóvenes universitarios nicaragüenses, quienes aseguran que el régimen sandinista de Daniel Ortega hace uso de la represión y de las balas para frenar un bloque constituido por estudiantes universitarios, sociedad civil, académicos, campesinos y empresa privada, que le exige su retiro inmediato del gobierno, ante una estela de sangre que desde hace más de dos meses ha teñido a Nicaragua de luto y dolor desde que le exigieron a Ortega que anulara las reformas a las pensiones.
“Ellos pretenden continuar en el poder o matando o sin moverse y que las elecciones sean en 2021”, aseveró Cuadras que es la idea de Ortega, de darle largas a la negociación que ha montado la Alianza Cívica por la Democracia y Justicia con el gobierno de Nicaragua, acuerpados por organismos internacionales y la Iglesia Católica ante la escalada de violencia que mantiene en zozobra a esa Nación.
Cuadras dice que la “prepotencia” del Gobierno sandinista, que los “reprime y los mata”, ha incrementado la lucha en las calles de la población que exige a gritos, con marchas, caravanas, tranques y barricadas, el respeto a sus libertades y derechos constitucionales ante el recrudecimiento del accionar violento de los paramilitares y grupos de choque conducidos por “Ortega y su esposa Rosario Murillo”.
LEA TAMBIÉN: Víctor Cuadras: “La Asamblea Nacional no funciona, todos por igual sirven al régimen”
“Estás negociando con un asesino que no pretende dejar el poder por una vía pacífica”, reclama Cuadras, por eso este joven estudiante de Ingeniería Química de la UNI revela que en la mesa de negociación se tienen objetivos claros a corto plazo: la salida de Ortega por la vía pacífica y cambios en el sistema político y jurídico de Nicaragua para devolverle al país la democracia perdida y evitar a toda costa que sigan las violaciones a los derechos humanos trastocados por el régimen sandinista.
A fuerza de correr para escapar de las balas, de los gases lacrimógenos y ahora de los “sicarios”, que los persiguen por haberse enfrentado al régimen sandinista, Cuadras y su compañera Zayda Hernández, junto a decenas de sus compañeros de clases, unificaron sus demandas y lo que empezó como un movimiento universitario el 23 de abril termina en una gran alianza cívica.
“Es una gran carga psicológica, no es sencillo para ninguno de nosotros convivir con la violencia a la cual no estábamos acostumbrados, huir, escondernos, porque no tenemos una vida normal, somos prófugos de los sicarios y estar en constante generación de ideas y propuestas”, subrayó Cuadras.
La defensa de Ortega ante el movimiento estudiantil fue tildarlos de “delincuentes”, agregó Hernández. “Vivimos en una etapa que ser estudiante es sinónimo de delincuencia para el Gobierno, para ellos somos una amenaza, porque ahora no sólo somos la voz del pueblo, sino que es el pueblo unido exigiendo democracia, justicia y una Nicaragua libre de represión y de violencia”, reflexionó Hernández.
El dedo de la gran Alianza Cívica apunta a que Ortega deje el poder, ya sea porque se adelanten las elecciones presidenciales o porque deba dejarlo forzado por la presión social, un acto necesario para hacer una limpieza en todas las instituciones claves del Estado, como el Consejo Supremo Electoral, la Corte Suprema de Justicia y la Asamblea Nacional que, de acuerdo a Cuadras, sus hilos se mueven al antojo del régimen de Ortega.
“Cuando logremos toda esta limpieza en general, estamos convencidos de que no habrá una situación más que Nicaragua vaya a teñirse con la sangre de nuestros hermanos”, indicó Hernández.
LEA TAMBIÉN: Zayda Hernández: “Queremos hacer una limpieza en las instituciones”
Algún avance se ha tenido dice Cuadras, al lograr la mediación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la Organización de los Estados Americanos (OEA), también han invitado a la Unión Europea (UE), organismos con los que conversan de una salida pacífica de Ortega; sin embargo, Cuadra tiene claro un punto: “Nicaragua ya fue violentada por Daniel Ortega”.
Dar más tiempo sería darle “más oxígeno al régimen”, por lo que Cuadra visualiza implementar una “junta de transición” que lleve las riendas del país por nueve meses, luego del retiro de Ortega, mientras se hacen elecciones democráticas y libres, clave para un nuevo sistema político y jurídico, subrayó.