El Hospital Gosport War Memorial, situado en el condado de Hampshire (sur de Inglaterra), “acortó la vida” de más de 450 pacientes a través de un “régimen institucionalizado” de prescripción y administración irregular de opiáceos, según reveló ayer una investigación independiente.
El informe indica que otros 200 pacientes también se vieron afectados por esa práctica, que este hospital de la Sanidad Pública británica (NSH, en sus siglas en inglés) llevó a cabo de 1989 a 2000.
En el Hospital Gosport War Memorial existía “menosprecio por la vida humana y una cultura de acortamiento de vidas”, señala el estudio, promovido por las familias de los afectados y elaborado a partir del análisis de más de un millón de documentos desde 2014.
La investigación concluyó que hubo “un régimen institucionalizado de prescripción y administración de peligrosas dosis de combinaciones de medicamentos, que no estaban clínicamente justificadas, con pacientes y familiares sin capacidad para interactuar con el personal sanitario”.
En los documentos, los investigadores hallaron evidencia de “uso inapropiado de opiáceos en 456 pacientes” y, basándose en historiales clínicos desaparecidos, apuntaron que habría “otras 200 personas afectadas”.