“Como ingeniero industrial, trabajé arreglando el caos de las empresas por muchos años y jamás vi a las personas como parte de la solución”, confiesa Rodrigo mientras hojea el anuario de graduación de los colaboradores de League Central America, una especie de empresa-escuela ubicada en Ciudad Arce, al occidente del país.
El “Modelo League”, como se le conoce cada vez más en los pasillos de organismos internacionales, en la prensa extranjera y en instituciones académicas, entre otros espacios, consiste en brindar segundas oportunidades a personas de distintas esferas del país -personas con discapacidad, portadores del VIH, exmiembros de pandillas, etc.- al facilitarles educación tanto básica como superior. Los que no concluyeron la escuela pública deben sacar su bachillerato; los que ya lo tienen deben estudiar ingeniería.
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