Los habitantes de Nicaragua atiborraron ayer las gasolineras y los supermercados después de que la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia anunció un paro nacional de 24 horas para este jueves.
A pesar de los bloqueos en carreteras y barricadas en los barrios, los nicaragüenses salieron en masa a las gasolineras y supermercados, con el fin de abastecer sus hogares con suficientes alimentos, en caso de que el paro se extienda más días, debido a la impasibilidad mostrada por Daniel Ortega hasta ahora frente a la crisis que ya deja 154 muertos.
Otros abarrotaron las oficinas de migración para solicitar pasaportes, en caso de tener que abandonar el país.
Nicaragua ya vivió una situación similar el pasado mes de abril, cuando Ortega advirtió que haría lo posible por “restablecer” la paz, tras una jornada en la que los actos represivos dejaron a decenas de muertos, heridos y desaparecidos.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que aglutina a diversos sectores sociales del país, entre ellos la empresa privada y los estudiantes, anunció un paro nacional, al cual se unirá también la Iglesia católica del país. “Hemos decidido llamar a un paro nacional de 24 horas a partir de las 00:00 horas del día jueves 14 de junio de este año y terminando a las 23:59 de la noche del mismo día”, señaló el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri.
“Solo la acción cívica concertada de todos asegurará el éxito de esta iniciativa legítima encaminada a señalar y detener la violencia y la represión”, afirmaron los organizadores.
Valeska Valle, representante universitaria de la Alianza Cívica, dijo que “el objetivo de este paro nacional es apoyar el diálogo nacional mediado por la Conferencia Episcopal de Nicaragua y demandar el cese inmediato a la violencia y la represión”.
Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente.
El cardenal Leopoldo Brenes y el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, se solidarizaron ayer con el paro nacional.
Brenes y Báez llamaron “a los sacerdotes, religiosos y religiosas, y laicos de la arquidiócesis, a que vivamos con espíritu de solidaridad, como ciudadanos y cristianos, el paro nacional de este jueves, como expresión de unidad nacional y de protesta pacífica ante la grave crisis política que vivimos”.
También recomendaron a los sacerdotes a realizar las eucaristías en horas tempranas, y que valoraran “la conveniencia de mantener, fuera de la misa, abierto o no el templo para los fieles”.
El paro nacional de 24 horas fue convocado como una medida de presión contra la represión, así como retornar al diálogo nacional y abordar el tema de la “democratización” de Nicaragua, que pasa por la renuncia de Ortega.
Se reanuda el diálogo
La Conferencia Episcopal de Nicaragua informó ayer de que este viernes se reanudará el diálogo nacional, suspendido el pasado 23 de mayo por falta de consenso, para buscar una salida pacífica a la crisis que ya tiene 57 días.
“En dicha mesa (de diálogo) estaremos dando a conocer a la comunidad nacional e internacional la propuesta que presentamos al señor presidente y la carta que él nos ha enviado con su planteamiento, lo que someteremos a debate para buscar un consenso”, anunciaron los obispos en un comunicado.
Explicaron que este martes “hemos recibido la respuesta del Presidente de la República a las propuestas que, recogiendo el sentimiento de diversos sectores de la sociedad y de la inmensa mayoría de los nicaragüense, le presentamos en el encuentro que sostuvimos el pasado jueves 7”.
Los obispos, que actúan como mediadores en la crisis, explicaron que tras recibir la respuesta de Ortega sobre su propuesta para democratizar el país, decidieron convocar “a la mesa plenaria del Diálogo Nacional para el próximo viernes 15 de junio a las 10:00 AM en el Seminario Nuestra Señora de Fátima”. El comunicado fue publicado en la cuenta de Twitter de Báez.
Los obispos plantearon el pasado 7 de junio a Ortega una hoja ruta para poner fin a la crisis y les pidió dos días para reflexionar sobre la propuesta, pero la respuesta oficial llegó después de ese plazo y luego del anuncio del paro nacional. Mientras tanto la represión contra los manifestantes se recrudeció en los últimos días.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), informó que ya van 154 muertos y que la lista únicamente incluye a víctimas confirmadas, por lo que el número podría ser mayor, si se corrobora otra cantidad no específica de personas que han sido reportadas como muertas, o de desaparecidas que pudieron haber perdido la vida.
Las últimas 8 muertes fueron ratificadas en las últimas 48 horas, después de ataques de la Policía Nacional, fuerzas “parapoliciales” y grupos de choque sandinistas, en las ciudades de Diriamba, Jinotepe, León, Managua, Masatepe, Nagarote y San Marcos, de acuerdo con la organización humanitaria.
Camioneros varados
Ante la crisis en Nicaragua, las embajadas de gobiernos de Centroamérica en Managua buscan un mecanismo que permita salir a los camioneros de los distintos países de la región que se han quedado varados en ese país.
El embajador de Panamá en Nicaragua, Eddy Davis Rodríguez, dijo ayer que los representantes diplomáticos analizan opciones que incluyan al Gobierno de Nicaragua y al Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) entre otros, y que permitan “en un momento dado (...) que los transportistas puede desalojar” territorio nicaragüense.
De acuerdo a datos de la Cámara de Transporte hay entre 150 y 200 camioneros panameños atrapados en las carreteras de Nicaragua. La mayoría de esos transportistas “están expuestos, son carne de cañón”, y denuncian que les tirotean en las noches los camiones, dijo por su parte a la cadena TVN el líder gremial, René Paredes.
El líder de los transportistas indicó además que hay camioneros panameños varados en El Salvador, Honduras y Guatemala, “que no han bajado a Nicaragua por el peligro existente” en ese país.
La Asociación Guatemalteca de Exportadores cifró el domingo pasado en más de 4,000 los camiones varados en las fronteras de Nicaragua por los bloqueos, y aseguró que es urgente una solución a la situación.
La directora de Relaciones Institucionales de la Asociación Guatemalteca de Exportadores, Fanny D. Estrada, recalcó que las exportaciones son “claves” para el comercio en la región.
Dijo que en ese contexto se estaban estudiando opciones como el transporte de carga por la vía aérea o marítima, aunque sea más cara, ya que la situación es insostenible y que no se ve una posible solución a corto plazo.