Las salvadoreñas que viajan en el transporte público son acosadas sexualmente y, sin embargo, la mayoría de víctimas ignora que el acoso sexual es un delito; por ello varias instituciones del país se han unido para trabajar una campaña de prevención de la violencia de género.
Un estudio realizado por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), sobre Prevención del Crimen en el transporte Público en El Salvador 2015, revelaba la preocupación de las pasajeras víctimas de acoso.
La directora del Centro de Estadísticas de Fusades, Margarita de Sanfeliú, expuso que la falta de denuncia abona a el desorden que hay en el transporte colectivo.
Según la Encuesta de Victimización , hecha por la Escuela Superior de Economía y Negocios (Esen 2015), solo el 17 % de las víctimas hicieron denuncia a la Policía.
“Las mujeres no saben que el acoso sexual es un delito, es lo que más nos sorprendió porque no saben que es un delito que está tipificado en la ley”, expuso Sanfeliú, en referencia a la ley especializada para la mujer.
También manifestó que la victimización sexual de las usuarias del transporte colectivo es descrita como una ocurrencia común, que involucra a pasajeros (hombres), motoristas y cobradores que aprovechan del hacinamiento en las horas picos para rozarse contra sus víctimas.
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Añadió que, además, identificaron que en las horas de menos tránsito se reportan violaciones, las cuales no son denunciadas porque consideran que existe una gran cantidad de trámites que no resuelven el problema.
Dentro del estudio, las mujeres también manifiestan que se les denigra como objeto sexual, por medio de las calcomanías u objetos que hay en el transporte o en la vallas publicitarias de los paradas de autobuses y lo cual las vuelve el grupo de usuarios, más vulnerables.
Sanfeliú manifestó que la inseguridad en el transporte colectivo afecta la calidad de vida de las mujeres y sus oportunidades, “un estudio reciente, de la Organización Nacional del Trabajo ha estimado que en América Latina la participación de la mujer en el mercado laboral se reduce en 16.5 % por la inseguridad del transporte público”.
Según Fusades, con el estudio se pretende sugerir soluciones a los altos índices de criminalidad que sufren tanto usuarios como propietarios del transporte público.
“Tenemos en agenda que la violencia es algo que nos está descomponiendo como sociedad y que es el fenómeno más importante; tenemos que combatirlo y tenemos que comenzar con cosas concretas ”, dijo Roberto Rubio, director de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde).
Razón por la cual Fusades, Funde, Somos Paz y Espacio Ciudadano lanzarán una Campaña Nacional en contra de la Violencia de la Mujer, que iniciará en julio, con lo que buscan erradicar la razones culturales y estructurales que fomentan la violencia de género en El Salvador.
Para Alexandra de Sola, miembro de Espacio Ciudadano, es importante que se cambie la dinámica y que se enseñe a proteger a la víctimas de la violencia, “en vez de juzgarlas, lo más fácil es decir el vestido es muy corto o señalar la forma en que está caminando. Nosotros cuestionamos las causas del abuso y no cuestionamos por qué las mujeres sufren de violencia doméstica. La realidad es dura, la verdad es que no saben que están siendo abusadas, lo ven normal, lo ven parte de la cultura, lo ven parte de los sacrificios del matrimonio, porque lo han visto en la casa, en la calle, en el trabajo”, dijo de Sola.
La campaña que impulsan se llevará a cabo en paradas de buses, en transporte colectivo, además de buscar que diferentes actores de la sociedad se unan para evitar la violencia contra la mujer.
“Es una campaña muy difícil, nos ha costado mucho darle esa objetividad y poderla presentar porque abarca todas las entidades de la sociedad civil, los colegios, el lugar de trabajo y nuestra familia. Invitamos a todas las organizaciones para que eduquen desde el hogar y poner el límite a la violencia que queremos evitar”.
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Según la Encuesta Nacional de Violencia contra las Mujeres, presentada por la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc) 2017, en El Salvador cuatro de cada diez mujeres han sufrido violencia sexual a lo largo de su vida, y una de cada 10 mujeres ha sido víctima de algún tipo de violencia sexual en los últimos 12 meses.
Según la Digestyc, de las mujeres que fueron agredidas por algún tipo de violencia de genero, solo 6 de cada 100 mujeres agredidas interpusieron la denuncia o buscó apoyo a instituciones como la PNC, Juzgado, Procuraduría General de la República, Procuraduría de los Derechos Humanos.
En la encuesta también se cuestionó por qué razón no se denunciaba la violación a sus derechos, el 47.8 % expuso que no tenían cómo movilizarse, la institución es muy lejana.
El 15.3 % pensó que no le iban a creer , un 14.3 % se avergonzaba, un 11.5% manifestó que fue amenazada, un 8.7 % no sabía a que institución acudir y un 2.3 % no denunció por miedo a represalias.
Además el estudio de la Digestyc revela que solo 43 de cada 100 mujeres conocen alguna ley que protegen sus derechos.