Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y el presidente Daniel Ortega se reunieron ayer para decidir si “conviene llevar adelante” el diálogo nacional, actualmente suspendido, para poner fin a la crisis más sangrienta que vive el país centroamericano desde los años 80.
Tras el encuentro de este jueves, Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, dijo que Ortega pidió dos días para reflexionar sobre la propuesta de democratización del país que le han hecho, publicó el periódico nicaragüense La Prensa.
El medio informó que el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, dijo que le entregaron a Ortega la propuesta consensuada sobre un tema vital para el país: la democratización, y que esperan su pronta respuesta por escrito, ya que de ello dependerá si continúa el diálogo o no.
“Hemos planteado el dolor y la angustia del pueblo ante la violencia sufrida en las últimas semanas y la agenda consensuada sobre democratización en el país, y expresa el anhelo de la mayoría”, explicó Brenes, citado por La Prensa.
El mandatario sandinista aceptó la cita de los obispos, mediadores y testigos del diálogo, quienes se reunieron en La Casa de los Pueblos, en el antiguo centro de Managua, por al menos tres horas.
Los obispos explicaron en una carta previa que solicitaron audiencia a Ortega para “tratar los temas tan indispensables para nuestra patria, de la justicia y la democracia, de los que depende siempre la paz, con el fin de valorar la conveniencia de llevar adelante el diálogo”.
El diálogo nacional entre el Gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia -que aglutina al sector privado, sociedad civil, estudiantes y campesinos- fue suspendido el pasado 31 de mayo ante la brutal represión del orteguismo en el Día de las Madres, cuando fueron asesinadas 18 personas tras participar de la llamada “La madre de las marchas” en Managua.
La reunión de este jueves fue concertada un día después que la Asamblea General de la OEA aprobara una declaración en la que se pide el “cese inmediato” de la violencia en Nicaragua sin dirigir esa solicitud al Gobierno de Ortega.
La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó el martes una declaración en la que se pide además que el Gobierno y los otros sectores se comprometan a buscar una solución pacífica a la crisis.
Además, se pide fortalecer las instituciones democráticas y que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que realizó una visita de trabajo en Nicaragua, informe lo más pronto al Consejo Permanente de la OEA sobre los resultados de su investigación.
La ONU respaldó ese llamamiento a un “cese inmediato” de la violencia en Nicaragua y se ofreció para apoyar el diálogo y las investigaciones en el país.
El gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) interpretó la declaración aprobada por la OEA como un respaldo a Ortega; y la oposición criticó que no se condenara la represión de Ortega.
Nicaragua cumplió más de 50 días de una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 134 muertos y más de un millar de heridos, según organismos de derechos humanos.