¡Qué buena noticia que el Capítulo Nacional de Transparencia Internacional, de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde) presentó un conjunto de recomendaciones a la Asamblea Legislativa sobre las funciones de ese órgano del Estado, la administración de recursos y la conducta de quienes han sido elegidos para fungir como diputados.
Esto cuenta con la aprobación de la mayoría de salvadoreños, indignados por el pésimo desempeño, el abuso del cargo y el mal ejemplo, que muchos integrantes de la anterior legislatura y que por desgracia fueron reelegidos para continuar disfrutando de la curul. Funde pone por escrito las obligaciones que contraen aquellos en quienes los votantes han depositado su confianza.
El documento se titula “Reflexiones y recomendaciones para la nueva Asamblea Legislativa con objeto de promover la transparencia, combatir la corrupción y fortalecer la probidad”, como modelo para promover un código de comportamiento ético legislativo. Aunque no deja de ser una vergüenza que los padres de la Patria necesiten de este tipo de recomendaciones, para actuar de la manera que todo ciudadano honrado debe hacerlo, si no quiere acabar sus días en la cárcel.
El código recomienda aprobar leyes para combatir el enriquecimiento ilícito, crear comisiones especiales contra la corrupción, auditar a la Corte de Cuentas, eliminar el fuero legislativo para delitos comunes. Que se abstengan de aprobar reformas que supongan un retroceso en la legislación, y que fortalezcan otras como el acceso a la información pública. Además de reducir a un máximo de siete los miembros de la Junta Directiva.
Sobre la administración de los recursos, debe reducirse la contratación de personal, justificando la competencia de quienes desempeñan cargos dentro de la Asamblea Legislativa, el número de asesores, y terminar con el abuso de recursos en bonos, gasolina, seguros médicos y telefonía, garantizando mayor transparencia en los procesos de compras institucionales, evitando conflictos de intereses en asignaciones presupuestarias a entes privados y ONG afines a los diputados.
Por supuesto que cada salvadoreño estaría dispuesto a añadir unas cuantas sugerencias a las del código propuesto por Funde, como tomar asistencia completa a las plenarias y a las comisiones, y descontar de su sueldo los días no trabajados. Hacer un detallado informe de los viajes efectuados, reuniones a las que asistió, gastos comprobados, que demuestren los beneficios que su viaje al exterior traerá para el pueblo salvadoreño.
Además, que se suspendieran los vales de gasolina y se entregaran a los miembros de la PNC y a la Guardia Costera, que por falta de combustible no pueden perseguir a los narcotraficantes, ni a los delincuentes debido al pésimo estado en que se encuentran los vehículos. También deberían renunciar al privilegio de que el Estado pague por sus celulares, mientras la PNC o las autoridades de municipios alejados, como la zona del Golfo de Fonseca, están totalmente incomunicados porque carecen de los recursos como para tener celulares. Recordemos que todos los salvadoreños que integramos la fuerza laboral del país, no tenemos derecho ni a vales de gasolina ni a teléfonos celulares, sino que lo pagamos de nuestros sueldos. No es mucho lo que se les está exigiendo.
Excelente iniciativa del Dr. Norman Quijano de cerrar algunas sedes departamentales de la Asamblea, que suponen un gasto anual de $3,796,617.00 entre salarios y alquileres, y no parecen mejorar el trabajo legislativo. Una sede en Santa Tecla, a 15 minutos de la capital, es el mejor ejemplo de la inutilidad de estas instalaciones. Esperemos que los diputados reciban, lean, entiendan y pongan en práctica el código de comportamiento sugerido por Funde y aplaudido por todos los salvadoreños.
Columnista de El Diario de Hoy