El Papa Francisco envió una carta al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que ha hecho pública ayer la vicepresidenta, Rosario Murillo, en la que apela al diálogo para solucionar la crisis y le dice que nunca es tarde para el perdón.
“Acompaño con mis oraciones los esfuerzos de todos los actores sociales que se orientan a buscar el entendimiento y el bien común. Nunca es tarde para el perdón y la reconciliación”, asegura el Papa en su misiva, fechada el pasado 11 de mayo.
En la carta, que es una respuesta a la enviada por el Gobierno de Nicaragua, Francisco reza para que se encuentren “las rutas de justicia, diálogo y paz” y asegura que el diálogo “humilde y sincero” es “un buen medio” para favorecer la paz y encontrar soluciones “justas”.
“En el momento presente se hace especialmente necesario, como un llamado a la responsabilidad de los diversos sectores de la sociedad, a rechazar toda cerrazón y violencia, que contribuyen solo a multiplicar la división y el sufrimiento, de modo particular entre los pobres y vulnerables”, zanjó.
Ante este escrito, publicado en los medios oficiales, la primera dama dijo que es una “hermosa noticia” en medio de todas las “dificultades y desafíos” esta carta, que muestra “la luz de la esperanza” y la “luz de la fe”.
“Hemos recibido a través de Monseñor Andrea Piccioni, Encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica en nuestro país, una hermosísima carta del Papa Francisco, dirigida a nuestro Presidente el Comandante Daniel”, dijo Murillo.
Nicaragua cumplió ayer 45 días de crisis que ha dejado 108 muertos.