Estados Unidos va a anunciar en las próximas horas que aplicará los nuevos aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de la Unión Europea (UE), informó ayer The Wall Street Journal (WSJ).
El diario, que cita fuentes no identificadas conocedoras de esas intenciones, recuerda que la Administración de Donald Trump ya había anunciado esos aranceles hace meses, aunque estaba pendiente de negociaciones de última hora para evitar aplicarlos a la UE.
El nuevo arancel del 25 % para el acero y del 10 % para el aluminio fue anunciados por la Casa Blanca en marzo pasado, pero había aplazado su aplicación en determinados países hasta ver si las naciones afectadas ofrecían algún tipo de concesión compensatoria.
El WSJ recordó que en el caso de la Unión Europea (UE) esa negociación tenía como plazo este viernes, pero no se ha llegado a un acuerdo y este jueves se dará a conocer la extensión de las medidas arancelarias a los países europeos.
Aun así, una de las fuentes consultadas por el Journal apuntó que la posición de Washington todavía podría cambiar si se llega a un acuerdo de última hora, aunque las dos partes creen que hay pocas probabilidades de que ello suceda.
Parte de los contactos entre EE. UU. y la UE se están llevando a cabo en París, con motivo de la reunión que celebra allí la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
El secretario de Comercio de EE. UU., Wilbur Ross, dijo ayer en París que en caso de que finalmente Washington aplique esos nuevos aranceles al acero y el aluminio de la UE ello no debe impedir que sigan las negociaciones para llegar a un arreglo en este tema. “Puede haber negociaciones con o sin aranceles en vigor”, afirmó Ross.
La respuesta de Europa
La UE ha amenazado con aplicar sus propios nuevos aranceles a determinadas importaciones de Estados Unidos, como las motocicletas, en caso de que la Casa Blanca decida finalmente aplicar las nuevas tarifas para el acero y el aluminio europeos.
La UE ha dicho que introduciría gravámenes sobre los 2,800 millones de euros ($3,500 millones) de importaciones de productos icónicos estadounidenses en respuesta a la acción propuesta por la Casa Blanca. Su estrategia también incluye otras medidas.
La UE presentó el 16 de abril una solicitud ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) para consultas con Washington para determinar si EE. UU. puede compensar al bloque y de qué modo, si los flujos comerciales hacia la UE se ven afectados por los nuevos aranceles.
Además planea unirse a una disputa separada de la OMC contra EE. UU., argumentando que los aranceles estadounidenses violan el principio de nación más favorecida de la OMC, que impide que los países discriminen entre sus socios comerciales. Esta medida podría poner en riesgo la estabilidad del sistema multilateral de comercio.