El Ejército de Nicaragua se comprometió ante representantes del sector productivo a actuar “estrictamente apegado” a las responsabilidades que le asigna la Constitución Política, y a no empuñar sus armas en contra de la población que protesta en diversas zonas del país, publicó ayer el periódico La Prensa de Nicaragua.
El pasado cuatro de mayo, a petición de la Comandancia General del Ejército, los directivos de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic) se reunieron con el general Oswaldo Barahona, jefe de operaciones de la institución castrense.
Barahona aseguró que, desde el inicio de las protestas el pasado 18 de abril, el actuar de la institución “ha estado y estará apegado a derecho y únicamente bajo lo que faculta la ley militar”, según el dirigente de Faganic, Giovanni Caprotti.
Caprotti añadió que el general Barahona les reiteró que la actuación del Ejército se limita al combate al narcotráfico, protección de las zonas fronterizas, de reservas naturales y resguardo de los bienes estratégicos del país, según el periódico nicaragúense.
Debido a esta última función fue que, según Barahona, en los primeros días de las protestas la institución desplegó a sus efectivos en algunas zonas de Managua, ya que se les reportó que el Centro de Insumos para la Salud (CIPS), algunas plantas de generación eléctrica y una infraestructura del servicio de agua estaban “amenazadas”.
“Pero él nos aseguró que en ningún momento el Ejército de Nicaragua ha disparado un solo tiro contra la población ni tiene intención de hacerlo”, dijo Caprotti, de acuerdo a la publicación de La Prensa.
UCA llama a defender a los estudiantes
La Universidad Centroamericana (UCA), administrada por los jesuitas, llamó ayer a la comunidad universitaria de Nicaragua a defender “la vida de los estudiantes”, cuando se cumplen 25 días de una crisis que ha dejado al menos 52 muertos, la mayoría entre el 18 y el 22 de abril pasado, durante las protestas al Gobierno de Daniel Ortega.
“Exhortamos a la comunidad universitaria, estudiantes, directivos, docentes y trabajadores administrativos de todo el país, a asumir con determinación la defensa de la vida de los estudiantes y la inviolabilidad de los campus universitarios”, declaró la UCA, en un comunicado, según publica ACAN-EFE.
En reiteradas ocasiones los jóvenes que protestan contra Ortega, agrupados en el Movimiento Estudiantil 19 de Abril, han insistido en que temen por sus vidas, ya que “ser estudiante en Nicaragua es un delito”.
Muchos integrantes del movimiento están atrincherados en las sedes de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) y la Universidad Nacional Agraria (UNA), donde las fuerzas del Gobierno no pueden ingresar debido a que la Constitución nicaragüense garantiza la autonomía de las universidades.
“Condenamos la violencia con que el Gobierno continúa reprimiendo la legítima protesta pacífica de la ciudadanía que reclama justicia, restitución del Estado de Derecho y libertad de expresión. La violencia policial y de grupos paramilitares afines al Gobierno debe ser erradicada de inmediato”, destacó la UCA, el alma mater privada más prestigiosa de Nicaragua.
Ayer se cumplieron 25 días de crisis en Nicaragua, a causa de multitudinarias protestas a favor y en contra del presidente Ortega, que comenzaron con manifestaciones en rechazo a unas reformas a la seguridad social, y que continuaron debido a las muertes que dejaron los actos de represión.
Escenarios de guerra
Al menos 8 departamentos (provincias) de Nicaragua amanecieron ayer como si fueran escenarios de guerra, luego de enfrentamientos violentos entre manifestantes y policías, durante las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega, que en 25 días han dejado más de 50 muertos.
Calles con barricadas, llantas quemadas, fachadas de casas con daños, edificios públicos o del oficialismo quemados, y manifestantes en alerta, es parte del ambiente que se vive en más de 10 ciudades del Pacífico y norte de Nicaragua, donde los enfrentamientos duraron toda la noche.
Los departamentos donde se registraron los mayores hechos de violencia fueron Chinandega, Granada, León, Managua, Masaya y Rivas en el Pacífico, así como Estelí y Matagalpa en el norte.
Mientras en las ciudades de Masaya y San Juan de La Concepción los enfrentamientos se mantenían al amanecer de ayer sábado, en Matagalpa la población celebró la expulsión de fuerzas de choque oficialistas, conocidas como “turbas”, de la Juventud Sandinista, y de la Policía Nacional.
Aunque los pobladores de las diferentes ciudades reportaron decenas de heridos de bala, disparadas supuestamente por la Policía, hasta ahora no se han confirmado víctimas mortales.
Incrementa cada día las cifras de muertos en jornadas de protestas
Un hombre que resultó herido en un tiroteo al norte de Nicaragua se convirtió en la víctima número 52 de las protestas contra el presidente Daniel Ortega, tras luchar por su vida durante 22 días, informó ayer el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
César Castillo, de 42 años, falleció la mañana del sábado producto de un paro respiratorio, consecuencia de una herida en un pulmón, causada por un disparo durante una manifestación el 20 de abril pasado en la ciudad de Estelí, en la zona norte de Nicaragua, informaron los familiares.
La familia de Castillo exigió justicia al Gobierno nicaragüense, pues afirmaron que el hombre, a pesar de que no participaba en las manifestaciones, recibió un tiro desde el segundo piso de la Alcaldía de Estelí, el mismo lugar desde donde atacaron a dos jóvenes universitarios que murieron por disparos certeros en la cabeza ese mismo día, según la denuncia.
Nicaragua llegó este sábado a 25 días de una crisis, provocada por multitudinarias manifestaciones a favor y en contra del presidente Ortega, que comenzaron con protestas en rechazo a unas reformas a la seguridad social y que continuaron debido a los muertos que causaron los actos de represión.
La mayoría de los 52 muertos en las revueltas perecieron entre el 18 y el 22 de abril pasado, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), que tiene estrictos criterios de confirmación de víctimas. Otras organizaciones humanitarias elevaron a 63 el número de los fallecidos.
- Agencias