Marvin Lara es un marino mercante originario de Acajutla con más de 20 años de experiencia en el rubro, el ocuparse en buques le ha significado tener el ingreso necesario para apoyar a su casa, cubrir necesidades básicas de su familia, además de ello, ganar una profesión que le ha permitido hablar diferentes idiomas, especializarse en diferentes áreas en los buques, y el plus de la interculturalidad. Acajutla en Sonsonate, como ciudad portuaria es rico por su historia, ésta no solo ha sido una de las más importantes salidas al mundo marítimo sino también la principal sede de marinos mercantes en El Salvador.
Ahora, con la intervención de la Autoridad Marítima Portuaria (AMP) este rubro se consolida y se apuesta a que el destino principal sea que: El Salvador y su gente se reconozcan en este campo como magníficos tripulantes.
En 2012 con la ratificación del Convenio Internacional sobre Normas de Formación, Titulación y Guardia para la Gente de Mar, se facultó al Estado para autorizar Centros de Formación de Marinos Mercantes (CFM) y certificar Marinos Mercantes, esto permitió que un año más tarde; la Organización Marítima Internacional (OMI) reconociera a El Salvador en la “lista blanca” de certificación de marinos. Años atrás los marinos particularmente de Acajutla se certificaban en Honduras o en Panamá.
Ha hecho buen viento para este nuevo buque, en un periodo de cinco años, la AMP ha autorizado dos escuelas de marinos mercantes; una pública alojada en la Base Naval de La Unión y otra privada, en el Instituto ITEXSAL. Se han formado más de 300 jóvenes, incluso algunos adultos en estas escuelas, se han colocado en importantes navieras más de 100 marinos mercantes y existe la promesa de que sean más; la Asamblea Legislativa en febrero pasado aprobó la Ley Especial Reguladora para la Contratación y Colocación de Gente de Mar en Buques de Bandera Extranjera, fue en tiempo récord, y que da pie a la seguridad social para las familias de los marinos que se embarcan, desde la AMP se facilitan condiciones para los procesos de contratación en buques y de manera gratuita, que era uno de los riesgos que corrían los marinos, el ser víctimas de intermediarios inescrupulosos.
Importantes empresas navieras internacionales han puesto sus ojos en El Salvador, gracias a las gestiones que se realizan desde el ente rector de la actividad marítima y porque de nuevo los jóvenes tripulantes salvadoreños han izado la diferencia con su trabajo y dedicación; es de reconocer que Honduras tiene mayor experiencia en este campo, que países como Filipinas generan un significativo ingreso per cápita a partir de este interesante rubro; pero estamos navegando con buen viento y buena mar, y en el horizonte inmediato el rubro marino mercante se vuelve un destino esperanzador, especialmente para el sector joven y para los de mayor experiencia.
Es necesario revalorar el mar, mirarle de frente y no darle la espalda porque se está demostrando que es un escenario donde se puede revertir la pobreza. También hay que reconocer los desafíos de esta naciente y al mismo tiempo histórica ocupación; entre estos son: las habilidades en el inglés como uno de los requisitos más importante para quienes quieren dedicarse a este rubro y que los procesos de contratación o embarques no son de inmediato.
También vale la pena considerar que tenemos 29 municipios con rostro al mar en los 321 kilómetros lineales de costa, en su mayoría las personas de estos lugares vive en estado de pobreza, que afecta principalmente a jóvenes y mujeres, donde los niveles académicos no son los óptimos, pero paradójicamente cuentan con la riqueza y biodiversidad que ofrece el mar, son hijos e hijas de pescadores, la vocación de marino mercante también debería fomentarse en estos bendecidos territorios.
Este tiempo de marea propicia, el momento histórico para que el país se embarque en esta industria como lo hizo Marvin Lara y se le dé la importancia que amerita de cara al desarrollo de los jóvenes y los territorios. Tenemos la mayoría de condiciones y las cartas de embarques necesarias para ser bienvenidos a bordo.
Periodista especializada en
turismo y desarrollo local.
Colaboradora de El Diario de Hoy.