Primero El Salvador

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Por Karla Hernández

08 May 2018

Una vez instalada la nueva Legislatura, los diputados que la conformamos estamos obligados a cumplir, en primer lugar con el artículo 16 de nuestro Reglamento Interior que manda actuar con honestidad, probidad, moralidad y estricto respeto a la Constitución y la ley.

Ordena orientar nuestros esfuerzos hacia el bien común, salvaguardar los valores de justicia, paz, seguridad jurídica y democracia, entre otros.

Nuestro Reglamento Interior también manda elaborar, al inicio de cada período, un Protocolo de Entendimiento, del que mucho se ha hablado, pero pocos conocen, en el que se han plasmado compromisos a cumplir por parte de todos los diputados, en aras de que exista un deber con la transparencia, buen uso de los recursos, austeridad, rendición de cuentas y otros aspectos que demanda la población que nos dio su confianza.

Para cumplir con esos compromisos, los 84 diputados electos debemos en primer lugar comportarnos como verdaderos patriotas y trabajar por el bien de El Salvador, anteponiendo sus necesidades antes que cualquier cosa.

Del cumplimiento del contenido de ese Protocolo dependerá que mejore la tan frágil credibilidad de nuestra institución, donde el comportamiento de algunos ha hecho que crezca el descontento por parte de la población y se pierda algo que es muy difícil o casi imposible de recuperar: la confianza.

El presente acuerdo contiene un punto muy importante no solo para la gobernabilidad sino para avanzar en la búsqueda de soluciones a los grandes problemas de país, un compromiso de nación que influya sobre todo en los sectores más necesitados y que incluye superación de la actual crisis económica, fortalecimiento institucional y elecciones de segundo grado con independencia e idoneidad, colocar funcionarios en base a sus méritos y control del gasto público entre otros.

La población también exige una significativa reducción de los miembros de junta directiva en la Asamblea, algo que si bien no se cumplió a cabalidad, sí podemos decir que fue un buen primer paso, en donde se recorta gastos en vales de combustible, líneas telefónicas y vehículos pero queda pendiente reducir los montos que para contrataciones tienen a disposición los miembros de dicha junta. Por lo tanto, la gran tarea que tiene la ciudadanía es vigilar que estas primeras reducciones se cumplan al pie de la letra y exigir avances en la reducción de los gastos que han quedado pendientes.

Los diputados no podemos ni debemos olvidar el compromiso adquirido con el país a través del voto ciudadano. Tenemos la obligación de devolverle la dignidad al cargo, dejar a un lado nuestras diferencias ideológicas, actuar como verdaderos patriotas y construir alianzas que pongan primero a El Salvador. Solo así recuperaremos la confianza de la gente y daremos los pasos necesarios para que los salvadoreños tengan paz, progreso y libertad.

Diputada