Para el Padre Tojeira: Lo que significaron las elecciones internas de ARENA

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Por Isabel de Sola

25 April 2018

Padre Tojeira, me permito escribirle en relación a su artículo “Elecciones internas de vergüenza”, de fecha 17 de abril, sobre la precampaña del partido ARENA.

Quiero que sepa que yo personalmente me siento orgullosa acerca de las elecciones internas de ARENA —y eso que no soy militante del partido ARENA. Me alegro de que uno de los partidos del país se abriera a la retroalimentación de la población por medio de las elecciones internas, pues demostró, a mi parecer, una nueva sensibilidad por las preocupaciones de las personas habitantes en la periferia de la máquina partidaria.

Los esfuerzos de los precandidatos por darse a conocer a la gente me parecieron buenos – me recordaron la energía generada por la precampaña “En Mache!” del precandidato Macron en Francia 2017. En una época de creciente apatía política, los candidatos suscitaron curiosidad y hasta entusiasmo entre miles de personas que participaron en sus actividades.

Me inspiró también ver la lucha de Javier “el Outsider” Simán por transformar los malos hábitos del partido ARENA. Sus líderes comienzan a entender que las tendencias que trasforman la democracia a nivel mundial —la tecnología, la decepción de la juventud con la política, el consumo de información en redes sociales, la injerencia de poderes externos (lobby-istas, hackers o Rusia)— vuelven más importantes la equidad de procesos internos de los partidos. Hemos visto varios “dedazos” que se dieron en el pasado, en todos los partidos; y si bien estoy segura de que todavía no han alcanzado la perfección en ARENA, tampoco quiero que lo perfecto sea el enemigo de lo bueno.

Fue interesante ver un debate de ideas “en vivo” entre tres salvadoreños muy preparados. Si bien, como usted nota, Padre Tojeira, no entraron en los detalles de sus propuestas, yo sí escuché a los precandidatos varias ideas concretas sobre cómo abordar la seguridad, la educación, o el crecimiento. Como algunos medios de comunicación a veces atribuyen su parcialidad a esas propuestas, me pareció que el debate en vivo reducía el margen para el favorecimiento o “fake news” en los análisis posdebate.

Yo no escuché, como usted se queja, la palabra “represión” durante el debate de seguridad, tanto como escuché las palabras prevención y reinserción, esta última siendo esencialmente un vocabulario nuevo en el discurso político de nuestro país. Después de tantos años de sufrimiento por el ciclo excusión-violencia-represión-más violencia-más exclusión, entendí el discurso de los precandidatos sobre la seguridad como moderno, informado en las mejores prácticas y hasta esperanzador.

Por lo contrario, unas palabras que leí por lo menos 7 veces en su editorial fueron “millonarios” o “dinero”, en sus alusiones a las cualidades que descalificaban a dos precandidatos. Al haber sido educada en la burguesía salvadoreña, donde no nos gusta hablar de dinero, a mí me dio vergüenza que usted se refiriera principalmente a la calidad económica-financiera de estas personas —como si su dinero les impidiera empatizar con la gente, buscar soluciones justas. Como si la riqueza los excluyera automáticamente del club pequeño de justos y éticos, los cuales sí reúnen el perfil arquetipo de sufrimiento y valores de clase necesarios para servir a su país tal y como se manda en alguna sociedad ficticia.

Prefiero que en El Salvador dejemos atrás los estereotipos. Si bien ha habido ricos que al llegar al poder no se interesan por los pobres, también hemos visto lo mismo entre “humildes” que llegan al poder.

El domingo se definió uno de entre los tres pre-candidatos de ARENA, y a éste le tocará unir a su partido para las elecciones de verdad. Menudo desafío. Quizás nos deberíamos incorporar usted, Padre Tojeira, y yo también, a esa misión de unir al partido, o de unir al país, detrás de una visión común —pues la fragmentación y el odio entre nosotros, hermanos, es el factor que quizás más nos perjudica como Nación.

Hoy en El Salvador podemos escuchar a los candidatos y medirlos en vivo por medio de Facebook, cuya membresía es gratis (si no cuentas el valor de tus datos). Para esta elección, se fomentó más competencia entre los líderes, y así presionamos para que los partidos mejoraran. Exponiéndonos a las oportunidades para el diálogo, pudimos enriquecer nuestras ideas. Veamos ahora si los otros partidos aprovechan el camino que se ha abierto por estas tres personas, valientes y osadas en palabra y acción.

Colaboradora de

El Diario de Hoy.