La narcodictadura venezolana ha pedido al grupo de regímenes ligados al Alba que le apoyen en vista de la casi unánime oposición que enfrenta en lo interno y lo externo, a lo que se suma una crisis económica y humanitaria de espantosas dimensiones.
El sofoco tiene, además, otra cara: que los cabecillas del régimen, entre ellos el supuesto capo de un cartel, Diosdado Cabello y las hijas de Chávez, así como la mujer de Maduro, no tienen dónde ir fuera de la cárcel, a menos que enardecidas multitudes los linchen.
Para analizar estrategias de salida a lo que no tiene salida, una delegación salvadoreña se sumó a esta reunión en La Habana, ya que apenas hay un par de países que refugian maleantes, uno de ellos Nicaragua.
Similares meneos está provocando el dictador monstruo de Siria, Assad, cuya salida del poder u oportuna defunción se ve más y más como el inicio de una pacificación del Medio Oriente.
Lo que aflige a los sectores pensantes de El Salvador es que la descabellada postura del gobierno efemelenista indica que de la misma manera como los déspotas venezolanos contemplan con indiferencia el que en su país la mayoría de pobladores estén sufriendo una hambruna que a muchos les lleva a comer de basureros, igual desprecio por el bienestar general tendrán los que manejan el actual régimen salvadoreño, pues se muestran insensibles al creciente descalabro económico resultante de la aplicación de sus políticas y su saqueo.
Como contraste, el “bien vivir” únicamente beneficia a la clase parasitaria.
“Los amigos de Maduro” se encuentran como el rey babilonio Baltasar, viendo cómo la mano escribe sobre el muro Mene mene tequel ufarsin “el fin está próximo”, como lo vaticinó el Profeta Daniel y como se deriva de lo anunciado por el presidente Trump de que Estados Unidos no va a tolerar regímenes que dañen o agredan a sus propios pueblos...
Tómese el caso de Cilia Flores, la mujer de Maduro, cuyo sobrino y amigo fueron aprehendidos cuando quisieron traficar en Haití una tonelada de cocaína y de inmediato llevados a Estados Unidos a una cárcel federal donde están “cantando” a cambio de una reducción de su pena, “canciones” cuya letra de seguro involucra a Madame Presidenta, candidata por lo mismo a una larga residencia en Nueva York.
Dios se apiade de los que creen en cantos de sirenas
La ceguera mental, cerrarse a la realidad, rehusar conceder al “otro” una medida de razón es lo que salta a la vista en la postura del régimen del FMLN
con respecto a Venezuela, apoyar un narco despotismo que tiene sus días contados.
Por lo mismo sus llamados al “diálogo” con la oposición, con los otros partidos tienen el mismo carácter: montajes sin sustancia ni futuro, cortinas de humo para esconder sus verdaderas finalidades, que son implantar un despiadado régimen totalitario sin oposición de ninguna clase, como en Cuba y Corea del Norte.
Lo que deben tomar muy en cuenta los partidos que fraguan alianzas con ellos hasta que los cuelgan de los pies y les dan de palos hasta matarlos como hacia algunos déspotas con los pobres reclutas campesinos, jóvenes que un cura quitaba con falsos halagos y promesas a sus familias.
Hay que esperar como espectadores del circo montado por Maduro el epílogo, cuando las fieras comiencen a devorarse unas a otras. Ya Maduro propuso entregar a Diosdado...