Un dramático llamado a las Naciones Unidas para que envíen medicinas a Venezuela, hizo Nicolás Maduro, en vista de que niños y adultos están muriendo en ese país por falta de toda clase de remedios, inclusive para aliviar las dolencias gástricas causadas por comer basura cruda.
Pero prioridades de prioridades hay en el mundo y en esto los que están adelante, por ni siquiera tener acceso a basura, son las regiones que circundan Somalia, donde según pronósticos, millones de seres están a punto de morir de hambre, como sucedió hace muchos años en Biafra.
Algunos de nosotros recordamos las imágenes de criaturas famélicas que sus madres igualmente famélicas trataban de amamantar.
El urgente llamado de Maduro pone de manifiesto que una parte de América se está africanizando en el sentido peor de la palabra: en Venezuela no se sigue el modelo de las naciones africanas y en especial la comunidad francófona, que han iniciado la ruta del desarrollo, sino el África donde hay reductos de antropófagos; el África “socialista”, precisamente, donde se han derrumbado las instituciones propias de la civilización y que en parte las dejaron los colonizadores.
En Namibia hay un cierto Orden de Derecho implantado por los italianos, pero que sólo rige débilmente en su capital.
El llamado de Maduro seguramente va a ser respaldado por los populachos que se congregan en apoyo “de Venezuela” cantando “fuera los imperialistas de Venezuela pero manden medicinas”.
Podemos decir que Venezuela, en cuanto a medicinas, está peor que los hospitales y centros de salud públicos de nuestro El Salvador, con la diferencia de que en las farmacias del sector libre abundan los medicamentos.
Por las moscas, muchas familias salvadoreñas están guardando medicamentos por si en nuestro suelo cae el diluvio, pero es una precaución en vano, pues lo probable es que vayan de casa en casa los liberadores, embolsándose lo que encuentren, como en la película Doctor Zhivago.
La historia del heredero riquísimo que derrochó toda su fortuna....
Cuando éramos niños en parroquias y escuelas se pedía contribución para los chinos que pasaban hambre y morían de hambre y especialmente durante la época de Mao, que despachó a sesenta millones de sus connacionales durante las colectivizaciones de la tierra, una de las metas del comunismo. Se salieron los chinos del comunismo y ahora son parte de los países que ayudan en África.
Venezuela asemeja el caso del heredero de una gigantesca fortuna, como de la mayoría de los que ganan millones en la Lotería, que por sus malas cabezas despilfarran todo y quedan en la calle. Y ese derrochador, por si lo han olvidado, fue Hugo Chávez...
Además del llamado al universo, a las galaxias, Maduro confiscó todas las panaderías, por lo que además de faltar medicinas va a faltar el pan para los que todavía pueden comprarlo, los venezolanos que tiran cosas a los basureros solidarizándose con sus hermanos que tienen que comerse esa basura.
El próximo mitin callejero pro Venezuela tendrá un nuevo lema: ¡imperialistas, manden medicinas!