George Soros, autodefinido filántropo por su financiamiento a todo tipo de sociedades —como a “Human Rights Watch” (“HRW”) la que además de promover internacionalmente el aborto, impulsa la destrucción de la familia mediante el matrimonio gay, o como, a su similar Planned-Parenthood, sufragada también por los Clinton— es señalado de obtener su dinero mediante inversiones provenientes de la especulación financiera: dinero sucio.
Aún siendo uno de los 12 hombres más ricos del planeta, despotrica hipócritamente contra el capitalismo definiéndose como anticapitalista de izquierda y centra su objetivo en dominar las economías de los países del mundo, ganándose las cúpulas e invirtiendo millones para “ablandar” a la disidencia. Sus tentáculos extendidos por el mundo están desde hace algún tiempo en nuestra patria.
Diputados, este individuo es fundador de una organización reaccionaria, filo-fascista, con el nombre artificioso de “Open-Society”, destinada a conspirar contra la humanidad y empeñada en la destrucción de las democracias occidentales mediante sus vastas conexiones político-financieras, desde donde asalaria espléndidamente a periodistas, activistas, blogs y redes sociales salvadoreñas y latinoamericanas. En otra instancia, aquí, con monstruosos falsos como que “no abortar” causará la muerte de toda embarazada que le dé la gana abortar, o que hay decenas encarceladas por aborto… ¡Atroces falsedades!
Recientemente hemos comprobado la actitud llena de supercherías de organizaciones a las que Soros recientemente entregó $100 millones para conseguir despenalizar el aborto en El Salvador y otros, su más apremiante sangriento negocio. Este es negociazo, donde, de darse, serían ejecutados millares de inocentes bebés salvadoreños, que para esas organizaciones evidentemente no son “humanos”.
Para “HRW”:“Human”=humanos/ “Rights”= derechos/“Watch”=observador, igualmente que para otros como Planned-Parenthood, nosotros latinoamericanos, considerados cafés, no somos dignos de vivir en este mundo, estando vedados (los vivos) de formar parte de su “Nuevo Orden Mundial” (denunciado por San Juan Pablo II). A ese Nuevo Orden solo entra el hombre poderoso y “superior”: el malvado sin conciencia, sentimientos, humanidad, corazón o misericordia...
Diputados, no tengan temor de “ser tachados de retrógrados por seguir el bien y no ‘modernizar’ su sintonía con el mal”.
Felicito efusivamente al periodista Moisés Urbina por su decidida defensa de Dios y la vida en la entrevista en TCS, hecha al director para las Américas de “HRW”, habiendo, con su valiente intervención, dejado muy mal parado al triste individuo.
Diputados y partidos, nuestro pueblo entero los está OBSERVANDO, atento ante quiénes serán los que derramarán la sangre de indefensos seres, que los marcará para siempre. Hay tres partidos, ARENA, PCN y PDC, que practican el Quinto Mandamiento: “No matarás”. GANA, que muchas veces vota unido al eje del mal —FMLN— debe alertarse. Todos, recientemente, sintieron el hacha del pueblo.
El FMLN no tiene conciencia ante ejecutar. En 1980 declaró la guerra para, matando, hacerse de los millones de dólares que disfruta ahora. Hoy pretende obtener más con “Open-Society”.
Diputados, ahora saben de dónde saldrá el pago para esta nueva matanza salvadoreña. ¿Serán capaces de mancharse las manos descuartizando los pequeños seres que ajusticiarán y que llevarán en su conciencia por el resto de sus días, sabiendo que día tras día habrá centenares de niños muriendo por su culpa?
Columnista de
El Diario de Hoy.