Los conquistadores nos dieron espejitos... ¡Ya no nos dejemos engañar!

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Por Elizabeth Castro

13 April 2018

Cuando los españoles descubrieron, mejor dicho, llegaron a América, vinieron para conquistarnos y lucrarse de su hazaña. Esa es la historia de los países conquistados por otros más desarrollados y poderosos. A nuestros aborígenes les dieron espejos como una gran novedad a cambio de sus riquezas, de su oro.

La historia se repite: nuestro pueblo sigue siendo engañado, recibiendo espejitos, ya no por los conquistadores, peor aún, por sus mismos compatriotas. Han pasado ya más de 500 años y todavía existe el analfabetismo, se sufre pobreza, falta de condiciones dignas de vida, no hay oportunidades y es evidente la falta de desarrollo. Por eso nuestra gente emigra para conseguir un futuro mejor.

Años atrás, la búsqueda de un país mejor, de una sociedad más justa, nos llevó a una guerra fratricida en la que murieron 70,000 hermanos. ¿Para qué?, ¿hemos mejorado?, ¿caminamos hacia un futuro mejor?, ¿vemos la luz en el horizonte?

Al contrario de un panorama mejor, vemos pacientes que mueren en los hospitales por falta de medicinas, escuelas desprovistas de lo más esencial y la población azotada por la violencia, sin distinción de edad o sexo, a causa de la corrupción de los gobernantes en quienes pusimos nuestra confianza.

¿Cómo podremos superar este ciclo de entregarnos por unos espejitos? Nuestros antecesores ignoraban el valor de su oro; nosotros, hoy día, también necesitamos educación para no volver a ser engañados. Necesitamos las condiciones básicas para una vida plena, salud, seguridad, justicia, oportunidades y desarrollo. Tenemos un lindo slogan de país: “El Salvador Grande como su Gente”. Pero, ¿en qué somos grandes? Aunque somos un pueblo que sufre, sí que somos un pueblo grande, un pueblo trabajador, un pueblo emprendedor, un pueblo noble.

Ya no nos dejemos engañar por políticos o candidatos que ofrecen prebendas a cambio de nuestro voto. No buscan nuestro bien, buscan su beneficio, y nos ofrecen espejos a cambio de nuestro oro. Escojamos los líderes que nuestro pueblo necesita y merece. Líderes que busquen trabajar por nuestro bienestar y que no predican con palabras, sino con su testimonio, su ejemplo, sus obras.

Colaborador de

El Diario de Hoy