El FIAP 2018

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Por Elizabeth Castro

12 April 2018

En el siglo XX, América Latina prácticamente cerró los espacios para golpes de Estado y nos dejó a las elecciones para que los ciudadanos puedan elegir a sus representantes y como el mecanismo legítimo para alcanzar el poder político. Sin embargo, existe un reclamo generalizado de la ciudadanía por el incumplimiento de promesas y la falta de resultados.

Esta insatisfacción de las sociedades con la democracia está fragmentando los sistemas de partidos, ha abierto espacios para los populismos, ha expuesto al Estado de Derecho y se encamina cada vez más a exigir impactos inmediatos de los gobernantes sin que se asegure la sostenibilidad de las políticas públicas.

Paralelamente, en la medida que se han desarrollado nuevas tecnologías de comunicación y con ellas las redes sociales; en la medida que se ha mejorado el acceso a la información pública y se ha promovido una intensa lucha contra la corrupción; y en la medida que se descubren casos de corrupción y despilfarro de fondos públicos, naturalmente se ha generalizado entre la gente un sentimiento de indignación y decepción con la clase política y sus partidos.

Dicha indignación y decepción del electorado en la región han fomentado incluso la proliferación de movimientos y organizaciones de la sociedad civil para presionar por la renovación de los partidos políticos, en algunos casos, y en otros, para fomentar un sentimiento de “antipolítica” que —en sistemas con partidos débiles— empuja el apoyo electoral hacia personajes mesiánicos y anarquistas.

Ante esta realidad política y ante la presión social, algunos partidos políticos tratan de administrar un proceso de renovación que todavía no da frutos; otros han caído en una crisis interna que los expone a desvanecer; y otros partidos —para protegerse de la “amenaza”— han preferido mantener su status quo buscando acuerdos entre sí para controlar el poder y mermar la independencia entre los poderes del Estado, buscando controlar instituciones claves como la Sala de lo Constitucional, la Fiscalía General, los tribunales electorales, entre otros.

El contexto anterior sirvió de base para la reflexión en el foro internacional de análisis político 2018 celebrado por Fusades, en el que nos hicimos las siguientes interrogantes: ¿cómo renovar y democratizar a los partidos políticos sin destruirlos? ¿Cómo abrir los partidos a los “outsiders” sin que estos los utilicen como vehículos para destruir las mismas instituciones y el sistema democrático? ¿Cómo asegurar que los líderes populistas, mesiánicos y anarquistas —pese a su derecho de participar en los procesos electorales— respeten las reglas del juego que permite la sostenibilidad democrática? ¿Cómo fortalecer la democracia y sus instituciones para robustecer al mismo tiempo el Estado de Derecho y asegurar que el sistema político genere los frutos y oportunidades que la ciudadanía demanda? ¿Cómo combatir la impunidad y fomentar la transparencia sin destrozar las instituciones sobre las cuales debe fortalecerse la democracia representativa? ¿Cómo asegurar la independencia de los poderes del Estado ante la amenaza de partidos que confabulan entre sí? ¿Cómo manejarse en medio de esta abundancia de “fake news”, o “noticias falsas”, que circulan masivamente en redes sociales para atacar, relativizar y oscurecer la verdad?

Y es que el fenómeno de las “fake news” es hoy en día un asunto de gran relevancia que está modificando el comportamiento de los electores al manipular la verdad para otorgar ventaja a unas opciones políticas sobre otras.

El debate estuvo a cargo de Laurence Whitehead, de la Universidad de Oxford; Manuel Alcántara, de la Universidad de Salamanca; Jonathan Hartlyn, de la universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill; Jorge Castañeda, de la universidad de Nueva York; Peter Hakim, del Diálogo Interamericano; Cynthia Arnson, del Centro Internacional Woodrow Wilson; Miriam Kornblith, del National Endowment for Democracy; Kevin Casas-Zamora, exvicepresidente de Costa Rica; Daniel Zovatto, de Idea Internacional, y David Holiday, de Open Society Foundations.

Con este tipo de foros estamos cumpliendo con los objetivos que se trazó el Departamento de Estudios Políticos de Fusades desde su creación en 2009: 1) elevar el nivel de debate político; 2) defender y promover el sistema de democracia representativa; y 3) auditar el sistema político con el fin de fortalecer su institucionalización y funcionamiento.

Columnista de

El Diario de Hoy.