Hostigando a los maestros no domesticados por los oficialistas

¡Bienvenidos, señores maestros, a las regimentaciones y persecuciones que hace el oficialismo a quienes no se doblegan a sus movidas y políticas.

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09 January 2017

Un alto número de maestros del sistema se queja de los traslados que les impone el Mined, movimientos que se hacen sin consultar con los afectados y sin tomar en cuenta los lazos familiares, profesionales y sociales que tengan en los lugares donde actualmente laboran.

¡Bienvenidos, señores maestros, a las regimentaciones y persecuciones que hace el oficialismo a quienes no se doblegan a sus movidas y políticas!

En esto no vale “la igualdad” supuesta entre los miembros de una profesión o actividad, pues mientras a los domesticados se les trata con alguna consideración, a los que se agrupan en asociaciones independientes se les hostiga hasta que “ven la luz”: o te unes a nosotros, o vamos a moverte año con año...

Los oficialistas, como los que manejan campos de concentración, se creen con la sabiduría y la justificación celestial para manejar la vida del resto de la gente, para disponer mejor que Juan o que Pedro, o de cualquiera, de su vida, su futuro y su quehacer.

Es lo que se llama “ingeniería humana”, disponer de pueblos enteros como si fueran rebaños, colmenas o animales de granja.

Es lo que sucede en todas las dictaduras comunistas como ocurre en las cárceles. Nadie tiene un “empleo”, sino que es encargado u ordenado a efectuar tareas que el no escoge: tú serás carpintero; tú, soldado; tú barrerás calles; a ti te beneficiamos con estudios universitarios.

Y como remate, todos ganan un igual salario, indistintamente de sus ejecutorias. En Cuba los salarios de todos --exceptuando desde luego los de los carceleros que viven en la opulencia, como la aristocracia izquierdista en El Salvador-- es entre treinta y cuarenta dólares.

Si el Secretario Técnico lloriquea por un salario de cien dólares (que solo se da por labores ocasionales) más debería indignarse por lo que sucede en Cuba con esos salarios nominales y que obligan a todos los cubanos a depender de lo que el régimen les tira, como en la Edad Media los señores feudales tiraban pedazos de carne y comida a sus siervos, hincados, como en la película “El Visitante”, con Jean Bono.

Y eso es lo que el gobierno está haciendo con los maestros no-domesticados: les tiran lo que les da la gana, hasta que, imaginan, van a doblegarse.

Viven en la gran opulencia
prisioneros de sus abusos


 Pero las persecuciones, mutatis mutandis, tienen su costo, como pelearse con la cocinera: sufren las comunidades, sufre la formación de los jóvenes como se refleja en los resultados de la Paes, sufre el país al no contar con una fuerza laboral capacitada y encima de eso, se afecta la economía y con ello los ingresos del actual gobierno de la República.

Pues quiérase o no, “guste o no guste”, un país económicamente postrado o en vías de subdesarrollo, afecta a la totalidad de la gente, como perjudica también a la clase dorada que son prisioneros dentro de sus opulencias, que no se atreven a salir al gran mundo.

Cuando hablan de Cuba, los embobados siempre dicen que “la salud” y “la educación” son las grandes conquistas del régimen, pues da la gran casualidad de que son dos “conquistas” que no pueden fotografiarse. Ellos evaden hablar de todo el resto pues saben que unas cuantas fotografías ponen al desnudo el desastre.