La tercera caída consecutiva del Barcelona en unos cuartos de final de la Champions es la primera gran derrota de Ernesto Valverde como técnico de los azulgrana, incapaz de leer el partido frente a un rival que creyó en su suerte desde el primer minuto y aprovechó el paso atrás del Barça desde el dibujo táctico.
El partido en Roma, donde el Barça ganó con brillantez una Champions en 2009, fue la demostración de la escasa competitividad de los catalanes fuera del Camp Nou en esta temporada europea.
La eliminación europea de los azulgrana no debería esconder el gran éxito en las competiciones domésticas, ya que pueden conseguir LaLiga, que está muy cerca de conquistar, y también tienen la opción de lograr la Copa -clasificado para la final-, pero en el fútbol todo el mundo sabe que entran en juego otra serie de variables.