Hablando de "diálogo" pretenden tapar el desastre

¿Qué debe entenderse por "diálogo" y dónde se puede llegar? ¿Es que al hablar de reconciliación se quiere echar una cortina de humo sobre la crisis económica y moral causada por el actual desgobierno?

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23 January 2017

La “reconciliación” dicen algunos, es la tarea pendiente después de los acuerdos de paz y para que se logre es esencial “dialogar”.

¿Qué se debe entender por “diálogo” y dónde se puede llegar? ¿Es que al hablar de reconciliación se quiere echar una cortina de humo sobre la crisis económica y moral causada por el grupo en el poder?

El oficialismo ya adelantó lo que piensa al respecto: los acuerdos de paz de 1992 fueron un primer paso, alegan, pues hay que forjar nuevos acuerdos, imponer sobre los salvadoreños un estado de “acuerditis” hasta alcanzar la “sociedad sin clases”, donde unos iluminados seres, más iguales que todos, llevarán el rebaño que seremos el resto a verdes prados donde correrán ríos de leche y miel.

El diálogo en el que están pensando no se asentaría sobre lo racional y lo que es norma en las grandes democracias, sino en los prejuicios, resentimientos sociales, medias verdades y agendas de estudiantes confundidos, teólogos de la liberación y compañeros de viaje.

Para que haya “diálogo”, afirman, es menester rechazar el “neoliberalismo”, un concepto inventado por la izquierda para satanizarlo y echarle la culpa del actual descalabro.

Además es fundamental “acabar con los privilegios de gente que tiene acceso a recursos”, aunque está por averiguarse dónde están tales accesos a escondidos sitios pletóricos de bienes, dinero, cosechas. La riqueza, dicen, tiene que repartirse mejor, aunque no queda claro por qué el que trabaja de sol a sol y hace alguna pequeña fortuna, debe ceder parte de ella a los que no producen, a los saqueadores fiscales y a los extorsionistas.

Los que piden “diálogo” se lamentan de que ARENA, representantes de las gremiales, tanques de pensamiento y otros participantes del sector productivo se levantan de las mesas de diálogo montadas por el gobierno; la extrema izquierda nunca llega a conclusiones, mete en esos diálogos a personajes sin representatividad alguna, miente, argumenta basada en información falsa y socava el esfuerzo para llegar a entendimientos, con griteríos y amenazas en las calles.
 

El desastre de los ochenta fue causado por la guerrilla

 Es muy cierto y lamentable que los responsables de abominables crímenes, de secuestros, asesinatos y destrucción como la perpetrada contra los majestuosos puentes sobre el río Lempa, no han sido castigados. A esto agregamos:

– Se dice que las políticas de ARENA crearon una mayor marginación económica, tapando el hecho de que la destrucción y el vandalismo de la guerrilla hizo retroceder al país más de cuarenta años en lo económico.

Ese terrible golpe al desarrollo se ha ido superando por la gestión de los gobiernos de ARENA a partir de 1989 y gracias asimismo al esfuerzo de emprendedores privados que invierten y generan empleo;

El desastre de esos años no fue causado por ARENA, que no estaba en el poder, sino en gran parte por los golpistas y la extrema izquierda.
– El éxodo no fue por “marginación” sino por la violencia guerrillera y las depredaciones de sus bandas, que comenzaron destruyendo las industrias que operaban exitosamente en San Bartolo, comenzando por la Texas Instruments.

– Se dice que en las negociaciones efectuadas para llegar a los Acuerdos las víctimas del llamado conflicto no estuvieron presentes, lo que es cierto en gran medida, pues era imposible que asistieran los setenta y tantos miles  que murieron en esa guerra brutal, incluyendo los niños reclutados por la fuerza y enviados a la muerte.