SAO BERNARDO DO CAMPO. El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva incumplió una orden de la corte de entregarse a la Policía este viernes y se resguardó con partidarios en la sede de un sindicato metalúrgico que fue el lugar del nacimiento espiritual de su ascenso al poder.
Pero ante el desafío, la Policía Federal de Brasil confirmó que no ejecutaría ni anoche ni durante la madrugada de hoy, el mandato de prisión que pesa contra el exmandatario.
El otrora líder de enorme popularidad, que ascendió de la pobreza para gobernar el país más grande de Latinoamérica, tenía hasta las 5:00 de la tarde de ayer para entregarse a la Policía para empezar a cumplir su sentencia de 12 años y un mes de prisión por una condena de corrupción.
Pasado el plazo fijado por el juez Sergio Moro para que Lula se entregara, la defensa del exmandatario presentó un nuevo pedido para evitar su prisión, pero fue rechazado.
La nueva acción fue presentada ante la Corte Suprema y llegó a manos del magistrado Edson Fachin, instructor en ese tribunal de todos los casos vinculados a la red de corrupción que operó en Petrobras, en la que la Justicia ha dado por probada la participación de Lula.
El juez Moro, considerado por muchos brasileños un héroe contra la corrupción por su labor al frente de la “Operación Autolavado”, ordenó a Lula entregarse a la Policía en Curitiba, ubicada aproximadamente a 417 kilómetros al suroeste de Sao Bernardo do Campo, un suburbio de Sao Paulo, pero el expresidente habría exigido que su lugar de detención sea en Sao Paulo o en la misma Sao Bernardo do Campo, donde tiene además su residencia particular.
Dos fuentes cercanas a Lula dijeron que el ex mandatario no se presentará en Curitiba, pero que está considerando si espera a la Policía en la sede sindical.
La Policía Federal ha dicho que mantiene abierto un canal de “diálogo” con Lula y con sus abogados a fin de que la entrega se realice sin conflictos.
La Policía desistió de obligar a que Lula saliera de la sede del sindicato anoche porque sería una pesadilla logística dados los miles de seguidores que se encontraban en el exterior y el enorme tráfico que en Sao Paulo.
Estaba previsto que Lula durmiera otra noche en la sede del sindicato y que este sábado asista a una misa en memoria de su fallecida esposa, dijo un dirigente de su partido.
“Mañana estaremos aquí para asistir a la misa en memoria de Marisa Leticia y creo que es importante que sigamos aquí, solidarios con Lula, porque creo que él va a dormir aquí. Esa es la información que obtuve”, dijo anoche a periodistas el exsenador Eduardo Suplicy, del Partido de los Trabajadores (PT).
La orden de Moro fue girada el jueves horas después que el Supremo Tribunal Federal denegó por votación de 6 a 5 una solicitud de Lula de no ir a la cárcel mientras apela una sentencia que, según él, es sólo una maniobra para impedir que su nombre aparezca en las boletas de las elecciones de octubre. A pesar de sus problemas legales, Lula es el favorito en las encuestas.
En un comunicado, el magistrado dijo que le dio la oportunidad de entregarse voluntariamente porque fue presidente del país. Dijo que se le había preparado una celda especial, alejada de otros presos, en la cárcel de Curitiba donde debe presentarse.
El año pasado, Moro declaró a Lula culpable de hacer favores a una constructora a cambio de la promesa de un apartamento en primera línea de playa. El fallo fue ratificado en enero por un tribunal de apelaciones.
La celeridad con la que el juez emitió la orden de arresto sorprendió a muchos, ya que según algunos expertos en derecho, hay cuestiones técnicas de la fallida apelación de Lula que no serán solucionadas hasta la semana próxima.
“¿Por qué tienen tanta prisa por arrestarlo?”, dijo la expresidenta Dilma Rousseff, que sucedió a Silva y fue destituida en 2016. Pase lo que pase, el arresto de Lula supondrá una caída colosal para el hombre fuerte del PT. -AGENCIAS.