La PNC debe alrededor de veinte millones de dólares a sus proveedores, los que van desde insumos de limpieza hasta los locales que ocupan delegaciones en la capital o el interior del país.
Los endeudamientos son casi naturales, ya que para un marxista no debe haber bienes privados ni proveedores privados, pues, piensan, todo ha sido usurpado a “el pueblo”, que son ellos mismos. Por tanto las escobas que un fabricante les suministra fueron robadas de alguna montaña escondida de escobas.
Al respecto se cuenta que un funesto depravado con frecuencia no pagaba cenas o almuerzos en restaurantes, por considerar que para esos establecimientos era un honor muy, muy grande tenerlo de comensal, además de recuperar bienes de “el pueblo”.
Pero en el mundo real a los fabricantes de escobas o los dueños de inmuebles esos bienes no les llueven del azul del cielo, sino que son resultado de una organización, grande, mediana o pequeña, que conjuga todos los factores que llevan a entregar escobas ya terminadas o a los compradores directos, o a intermediarios que también mueven mucho para ponerlas en el mercado o entregarlas a los usuarios.
Las deudas se acumulan debido a un hecho: que en su mayor parte tales obligaciones no están contempladas en los presupuestos que presenta el grupo en el poder, como no se contemplan fondos para seguridad, vacunas, medicamentos, el pago del Fodes y el pago del escalafón.
No se contemplan porque esos presupuestos están desfinanciados y al estarlo, cuando hacen falta las vacunas o los pagos a los proveedores, el régimen activa presión pública para que se suscriban más préstamos, los que llevan partidas adicionales para sus despilfarros y financiar sus negocios.
“Miren, como no alcanzó para pagar proveedores ni comprar medicamentos, hay que aprobar un nuevo préstamo...”. Y con ese “préstamo excusa” allí van dineros adicionales para los camaradas pandilleros o el sostenimiento de las brigadas de lavados de cerebro o directo a Dios sabe qué bolsillos.
Tomen ejemplo los colombianos
de los pactos con las guerrillas
No es difícil imaginar los conciliábulos que se arman para el engaño, maniobras que deben haberse aprendido de los chavistas y de los cubanos, dada la casi nula formación de los que capitanean el movimiento, que pasaron enmontados los años cuando los jóvenes estudian y se forman.
Esta es la lección que deben estudiar los colombianos, como se los ha dicho su expresidente Uribe: El Salvador es el ejemplo de lo que pasa cuando se firman pactos de paz con guerrillas (y en Colombia son además narcoguerrillas que inundan el Hemisferio de droga); es cosa de tiempo para que tomen el poder después de convulsionar un país con demagogia y permanente agitación, ya que en ningún instante han renunciado a sus supersticiones ni menos se han librado de sus odios.
Sólo Dios sabe la clase de oferta “imposible de rechazar” que cubanos y narcoterroristas le han hecho a Santos, que vende a su país atolondradamente.
El epílogo del experimento salvadoreño es lo que falta pero que no cuesta mucho anticipar: la insolvencia, el creciente hundimiento de la economía nacional, penurias para la gente, gran desempleo, mayor violencia.
¿Qué va a ocurrir con los jóvenes y nuestros niños a los que se les está robando su futuro? ?Cómo pueden las familias salvadoreñas protegerse y sobrevivir semejante desastre?
Veinte millones debe la PNC a proveedores y propietarios
Las deudas se acumulan debido a un hecho: que en su mayor parte tales obligaciones no están contempladas en los presupuestos que presenta el grupo en el poder, como no se contemplan fondos para seguridad, vacunas, medicamentos.
14 November 2016